Uno de los platillos icónicos de las ocho regiones oaxaqueñas: Valles, Costa, Istmo, Sierra Norte, Sierra sur, Cañada y Mixteca tiene como insumo base el chile huacle que está en peligro de extinción.
El chile huacle es endémico de Culicatlán, que es una población ubicada en la Cañada oaxaqueña, no obstante, las plagas y las afectaciones por el cambio climático han provocado que los agricultores dejen de sembrar dicho cultivo. Derivado de ello en el 2013 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) decretó que este chile se encuentra a punto de extinguirse.
Actualmente un kilo fluctúa entre los 300 y los 700 pesos. Ello también ha ocasionado que cada vez menos personas lo utilicen en la mezcla del mole.
Jair San Juan Martínez, quién es maestro en ciencias en conservación y aprovechamiento de recursos naturales en la línea de Producción y Protección Vegetal del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Oaxaca, explica que la alerta no significa que este chile dejará de existir, puesto que sus semillas pueden ser resguardadas en un banco de germoplasma y con ello preservar la especie.
Así mismo ha iniciado un proyecto de conservación y ha realizado un registro de las flores que presentan las plantas, el tamaño de frutos y, en general, el comportamiento de la planta dentro de invernaderos. Se ha controlado la nutrición de las matas del chile y se ha sembrado en macetas lo que ha generado resultados positivos con un desarrollo más precoz en relación con el desarrollo a cielo abierto.
Este tipo de investigaciones resultan trascendentales en la conservación de uno de los platillos icónicos de la gastronomía oaxaqueña: el mole negro. Reconocido a nivel mundial.
* Con información de Flor Hernández, de Agencia Informativa Conacyt bajo licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
