Ambos son líderes, la diferencia está en que uno generalmente es impuesto y sin necesidad de tener habilidades gerenciales y, el otro se atribuye más al líder empático, nato y motivador. O al menos eso es en lo que se les cataloga.
En el tradicional perfil del JEFE, vemos a una figura exigente, crítica, autoritaria y con estrés, con poca empatía y quizá con algo de mal humor.
En cambio en el GEFE, vemos a un gestor de la felicidad que motiva a sus colaboradores, a partir de cualidades o habilidades, todo en positivo…
¿Pero quién es realmente un GEFE?
Es el mago visionario que hace que lo intangible se haga tangible… ¡sí!. Pone en marcha lo necesario para hacer que tu estabilidad emocional, tu moral y cualidades positivas, se conviertan en productividad, y por ello se les llama Gestores de Felicidad, alias GEFE, ¿te suena lógico? Seguro te ha pasado o conoces de alguien que por falta de motivación, reconocimiento al buen trabajo y autoestima laboral, a pesar del sueldazo, decide migrar de compañía. De esto, las empresas poco a poco son más conscientes, el salario ya no es un sinónimo de felicidad para muchos (aunque la ausencia de la remuneración económica, justa, competitiva y suficiente, sigue siendo factor de infelicidad).
Pero regresemos, ¿de qué te sirve un GEFE en la oficina? ¡De mucho si eres la empresa indicada para tener ese perfil en el organigrama!, de verdad no todas las empresas pueden, ni todos los modelos de negocios son para ello, pero hay muchas que sí, y comienzan poco a poco a adoptarlos, incluso a formarlos por instinto e intuición. Cabe señalar que con esto no pretendo decirte qué perfil es mejor o cosa del pasado, tanto el JEFE como el GEFE, tienen características, habilidades y aptitudes buenas. Pero sí es bueno que le eches un ojo a las nuevas tendencias que pueden ayudar al buen clima laboral, la motivación de tus colaboradores y la productividad de tu empresa o negocio.