El gobierno estatal de Querétaro llegó a un acuerdo con representantes de negocios clausurados para otorgarles facilidades con el fin de que subsanen las anomalías menores y puedan reabrir lo antes posible.
Y es que, durante la mañana de este viernes, un grupo de trabajadores de bares, antros y restaurantes reclamaron al gobierno por el cierre de más de 70 establecimientos, por las afectaciones en los ingresos de más de 5 mil personas y 700 familias.
Luego de ello, el secretario de Gobierno, Carlos Alcaraz, sostuvo una reunión con los encargados de dichos lugares para llegar a un acuerdo, en el que los comerciantes se comprometieron a reparar las irregularidades leves, y a cambio el gobierno se comprometió a agilizar los trámites de reapertura.
“Habrá algunos giros con focos rojos que se tendrán que solucionar de una manera externa, pero la mayoría de lugares, el secretario de Gobierno nos autorizó y nos apoyó para que se reabran de una manera prácticamente inmediata, obviamente solucionando las anomalías correspondientes”, sostuvo David Rivera, sub gerente del Bar Salamandra.
Cabe mencionar que la clausura de los establecimientos se llevó a cabo a raíz del ataque armado del 9 de noviembre en Los Cantaritos, tras el cual los alcaldes de 17 municipios llegaron a un acuerdo para empatar medidas de inspección de lugares con venta de alcohol, así como otras medidas, entre ellas el establecimiento de la 1:30 de la mañana como hora máxima de venta de bebidas embriagantes.