¿Güey? ¿pedo?: el origen de las palabras más usadas en México

Hablamos diciendo las palabras de “güey” o “pedo” y sabemos sus usos y múltiples significados pero ¿te has preguntado de dónde vienen y por qué las decimos?.

La lengua es un organismo vivo, los hablantes promueven, cambian y nutren a la lengua en el ejercicio conversacional, por lo cual el estudio y análisis de la lengua es tan extenso y amplio que es imposible clasificarla en estructuras fijas.

La descripción en el uso de la lengua ha permitido a los estudiosos de ella conocer diferentes fenómenos que suceden dentro de la misma, al igual que la evolución del léxico, pues se sabe que una palabra con el tiempo puede ir perdiendo un significado e ir tomando otro que a veces está alejado de su significado original, por eso la evolución de la lengua es uno de los estudios que permiten conocer a la lengua en el presente, pero también en el pasado.

En este contexto, el español mexicano es uno de los dialectos que más variantes y más estudios tienen, sea por la gran población que habla español mexicano, sea por la riqueza lingüística que contiene y que como hablantes a veces nos preguntamos: ¿por qué se dice así y de dónde vino?

Ese es el caso de palabras como “pedo” o “güey“, las cuales tenemos presente en nuestro léxico pero que no conocemos de donde vienen.

La palabra ‘wey’, su origen y significado

La palabra viene de buey, del toro manso y castrado. El buey es un animal de carga que va a paso lento al arar la tierra del campo y es la contraposición del toro bravo.

La apología a la torpeza, mansedumbre o falta de inteligencia de un animal tranquilo que se extrapoló a la relación con una persona, un ejercicio común en el que asociamos las cosas de nuestro alrededor y las adecuamos a características humanas.

La palabra güey sufrió modificaciones con el tiempo y sucedió el mismo fenómeno con otras palabras que contienen ‘b’, como abuelo o bueno. Este fenómeno se llama velarización del sonido bilabial oclusivo de la letra ‘b’ a la letra ‘g’.

No se sabe con certeza cuándo comenzó este cambio y la utilización frecuente de la palabra “güey”, pero comenzó siendo una palabra de uso despectivo y de bajo nivel cultural. Durante el siglo XX, se fue transformando en un concepto más amplio hasta llegar a ser neutro e inclusive positivo. En la novela de Carlos Fuentes llamada La región más transparente es la primera vez que la palabra “güey” apareció escrita en una novela.

La palabra “güey” se utiliza también en El Salvador y Nicaragua y si bien empezó como un adjetivo, ahora también cuenta con otros significados e interpretaciones como su uso como sustantivo, al utilizarse para referirse a un amigo, una persona de manera genérica o de una pareja sentimental: “Ve a ese güey” de allá.

Otro de los fenómenos que ha sucedido con la palabra es el cambio que está teniendo en la escritura, pues las redes sociales y la llegada del internet han contribuido a que los cambios ortotipográficos sucedan con mayor rapidez y que el hablante, al buscar mayor rapidez y sencillez comunicativa, ha cambiado la escritura de “güey” a “wey”, debido a su cercanía fonética con el sonido ‘güe’.

La palabra ‘pedo’, sus orígenes y significados

La palabra “pedo” viene del latín pedĭtum, que significa una ventosidad que se expele por el ano. Al igual que con la palabra “güey-2, tampoco se conoce cuándo empezó a utilizarse, pero se han registrado los múltiples usos que tiene la palabra “pedo”.

El Diccionario del Español de México, considera tres significados de los cuales se desprenden variantes de ellos:

  1. Expulsión por el ano de gas intestinal.
  2. Pelea o situación que causa conflicto o preocupación.
  3. Que está o es borracho.

Del segundo significado, se desprenden expresiones como ponerse al pedo: ponerse en actitud de pelea o desafío; hacerla de pedo: poner las cosas difíciles; ni pedo: ni modo; al pedo: con gran exigencia, en excelente estado.

Otras frases como ¿qué pedo? (¿cómo estás?), buen pedo (alguien de buen carácter o buena onda), mal pedo (alguien con mala onda o actitud) también son usos que se le dan y que el diccionario no ha tipificado.

La palabra “pedo” no funciona solo como un sustantivo, sino como adjetivo y verbo, un fenómeno muy curioso que todavía no ha sido estudiado el por qué cuenta con categorías gramaticales tan variadas y con tanta extensión semántica.

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