Si has hecho uso de los servicios privados de salud por algún problema grave que te lleve a la cirugía es muy probable que te hayas encontrado en una situación como la siguiente:
El médico te atiende en su consultorio particular, te manda a realizar análisis en un hospital privado y, al darte los resultados, te dice que eres candidato o candidata a cirugía. Si no cuentas con servicio público de salud, lo más probable es que la intervención quirúrgica deba realizarse en una institución privada.
Es entonces cuando el médico te dice: “te voy a programar la cirugía tal día, en el hospital privado X, te voy a cobrar tanto de mis honorarios, tanto de los honorarios del hospital y tanto del anestesista”.
Muy probablemente, además de trabajar por su cuenta en su consultorio particular, el médico tiene una “plaza” como médico en alguna institución de salud pública donde no te puede operar porque no tienes derecho a esa prestación. Es por ello que la opción viable es realizar la cirugía en un establecimiento privado.
Es aquí donde toman formas las cifras reveladas este lunes por el INEGI, en las que da a conocer que tan solo el 17.4% de los médicos tienen un empleo formal, es decir, que sí están dentro de las nóminas de los hospitales privados.
En este sentido, en 2022, los establecimientos particulares de salud reportaron contar con 94 mil 471 médicos. “De estos, 78 mil 012, es decir 82.6 %, contaban con un acuerdo especial que deriva de la relación médica con la o el paciente y de la que convienen con el establecimiento para proporcionar sus servicios”, puntualiza el INEGI.
En este panorama, sólo 16 mil 459 médicos están en nómina o forman parte de los empelados reconocidos por la institución privada.
Las cifras hablan solamente de los médicos, pero falta saber en qué condiciones laborales se encuentran enfermeras, enfermeros, anestesistas, recepcionistas, personal de cocina, de limpieza y mantenimiento, etcétera.