Parte de los equipos que se usan para emitir credenciales de elector son pagados por bancos como Scotiabank, Actinver, Monex, Compartamos, o Volkswagen Bank.
El Instituto Nacional Electoral brinda servicios a cientos de instituciones como bancos, notarios, financieras automotrices y algunos organismos públicos como el Consejo de la Judicatura.
El servicio consiste en leer tu huella digital y enviarla a los sistemas del INE. Ahí comparan la huella con la del Registro Federal de Electores.
En menos de 10 segundos el INE le dice al banco que tu huella coincide con la de tu credencial para votar.
En notarías, por ejemplo, para realizar el trámite de un testamento, pueden solicitar la lectura de la huella digital y compararla con la base de datos del órgano electoral.
Por este servicio, el INE cobra una cuota de recuperación que termina en un Fideicomiso donde está el “Fondo para la Atención Ciudadana y Mejoramiento de Módulos”.
“Todo este equipo (cámaras y lectores de huellas en módulos del INE) se financia con el fideicomiso del INE que obtiene los recursos de los servicios de autenticación que se le da a banca, son recursos de origen privado que sirven para dar un servicio público”, indicó el consejero electora Ciro Murayama.
En los convenios entre el INE y las instituciones que contratan los servicios del INE se estupula que se pagará una cuota de recuperación trimestral por las consultas que se realicen. El monto de las cuotas se fija en un anexo técnico pero que no está incluido en los convenios publicados.
El manejo de estos fideicomisos actualmente es la manzana de la discordia entre consejeros del INE, legisladores y el gobierno federal. Legisladores de MORENA acusan que no es claro el manejo de los recursos en dichos financiamientos.
