La Comisión Nacional de los Derechos Humanos advirtió sobre el grave problema que representa la sustracción y apropiación indebida del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas de nuestro país.
Dicho patrimonio es constantemente objeto de robos de empresas nacionales y extranjeras, de personas y organizaciones que se apoderan y benefician del mismo, a pesar de los derechos de esos pueblos y comunidades, ya que forma parte de su propiedad intelectual colectiva.
A ello contribuyen las omisiones en los marcos normativos del país, así como en las atribuciones y alcances de las diversas instancias del Estado mexicano vinculadas con esa problemática que conlleva la vulneración de los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas, afromexicanos y comunidades equiparables.
Para la CNDH, la riqueza y diversidad de las creaciones artísticas y expresiones culturales de nuestros pueblos son motivo de admiración y reconocimiento en México y el extranjero, y al ser objeto de deseo y ambición representan un problema complejo insuficientemente visibilizado y no entendido en su real magnitud, lo que impide reconocer, proteger y defender los derechos colectivos culturales frente al plagio sistemático del arte popular de pueblos indígenas y afromexicanos, cuya producción artesanal, cosmogonía, simbolismo, diseños y creaciones son copiadas y comercializadas ilegalmente por diseñadores, empresas nacionales e internacionales sin el consentimiento previo y autorizaciones de sus creadores.
Así lo expresó el Ombudsperson nacional, Luis Raúl González Pérez, al participar en el Foro “La Protección Cultural como Derecho Colectivo”, quien destacó la prioridad de colocar en la agenda pública nacional este tema, que conlleva la vulneración de los derechos colectivos e individuales de dichas poblaciones, para generar propuestas que contribuyan a la actualización y fortalecimiento de la legislación de la materia, y al diseño e instrumentación de políticas públicas para la efectiva protección, salvaguarda, preservación integral, desarrollo y promoción del patrimonio cultural del país.
Agregó que se requiere de una solución estructural que haga justicia y beneficie a las 68 etnias del país sobre la autoría y los derechos colectivos de su patrimonio cultural, ya que la apropiación y comercialización indebida de ese patrimonio también se da mediante la Internet y las redes sociales, por lo que tales conductas son más difíciles de detectar y pueden quedar impunes.
