¿Qué significa el retiro de los “estímulos fiscales” de la gasolina Magna?

El gobierno cobra los impuestos que están definidos en en Códigos y Leyes, así como en la Ley de Ingresos que cada año estima cuánto dinero recaudará la Administración Pública Federal.

Sin embargo, el Poder Ejecutivo -es decir, el Presidente de la República- puede conceder subsidios o estímulos fiscales, según lo previsto en el artículo 39 del Código Fiscal de la Federación.

Estas medidas habitualmente se aplican cuando se busca fomentar una actividad económica o una conducta en específico.

Por ejemplo, hay un Impuesto Sobre Automóviles Nuevos. Si se buscara fomentar la compra de vehículos híbridos o eléctricos que contaminen menos, el Ejecutivo puede establecer un estímulo fiscal, es decir reducir la tasa del impuesto.

Estímulos al IEPS

En el caso de las gasolinas, su precio incluye el cobro de varios gravámenes, como el Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, mejor conocido como IEPS.

Aunque en enero de 2017 se anunció que el precio de las gasolinas flotarían según las leyes de oferta y demanda, desde ese año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) aplica “estímulos fiscales” semanales para “suavizar” el precio final del combustible.

Así, cuando el precio del combustible ha subido abruptamente, la SCHP ha otorgado estímulos fiscales y contener el precio que finalmente se ofrece en las gasolinerías.

Así había ocurrido con la gasolina Premium hasta hace cinco semanas cuando la SCHP determinó poner en ceros los estímulos fiscales y cobrar el impuesto completo por cada litro.

A partir de esta semana, del 24 al 30 de noviembre de 2018, la SCHP tampoco otorgará estímulos fiscales a la gasolina Magna.

Sin embargo, para el Diesel, aún permanece un estímulo fiscal del 27.8%.

De esta forma, por cada litro de combustible Magna, van a la Secretaría de Hacienda  $4.59 pesos a la Secretaría de Hacienda por concepto del IEPS.

¿Qué propuso López Obrador sobre las gasolinas?

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha tenido posiciones encontradas respecto al precio de las gasolinas. En 2017, tras el incremento abrupto de los precios, consideró reducir el precio cobrando menos  impuestos.

Sin embargo, durante la campaña electoral del 2018 el ofrecimiento cambió.

López Obrador prometió congelar los precios “en términos reales” y luego disminuirlos con la reducción de importaciones desde Texas. 

El matiz “en términos reales” significa que los precios de las gasolinas sí subirían pero a la par de la inflación.

La reducción de importaciones depende de inversiones multimillonarias para el mantenimiento y reconfiguración de las seis refinerías ya existentes, así como la construcción de una nueva refinería en el puerto de Dos Bocas, Tabasco.

Es decir, a partir del 1 de diciembre los precios podrían tener incrementos ligeros o mantenerse estables a partir de estímulos fiscales que aparejen los precios de la Magna y la Premium con los incrementos inflacionarios.