Para ser exitoso, hay que saber serlo… Si quieres ser rey, ponte el traje de rey.
¿Confuso o claro?
Es un hecho que la inteligencia intelectual, tu esfuerzo y la experiencia no son nada sin la inteligencia emocional, misma que resulta en el equilibrio entre influencia y entendimiento, propio y con otros.
Me entiendo, te entiendo.
Entender es hacerlo consciente, escribirlo, platicarlo o como sea que te funcione, debes y tienes que comprender el origen de tus emociones, algo así como el huevo y la gallina, ¿qué te hace sentir feliz, triste o enojado en esa situación particular? Si no sabes la respuesta, es porque desconoces no sólo el origen, sino gran parte de ti. Para poder generar cambios, es primordial descubrirte en cada rincón.
Empatía, ¿qué tanto te pones en los zapatos del otro?, ¿qué tanto sabes cómo tomarán tus palabras y acciones? El éxito está siempre en función de la empatía hacia los demás.
¿De influencia cómo andamos?
¿Qué tanto influyes en ti? Así es, en qué nivel de influencia personal te tienes, los tiburones exitosos, son capaces de modificar su propio comportamiento, esa es una característica de las personas emprendedoras, ponen y proponen su metas de forma personal y profesional sin necesitar un motivo externo forzosamente, eso incluye el plan para realizar lo necesario y lograr los objetivos.
Y, ¿qué tanto influyes en los demás?, aquí tu éxito está ligado directamente también a tu capacidad para influir en las acciones o decisiones que los demás, que son tu entorno, tomen y hagan. Ojo, no es manipulación, porque no estás buscando el beneficio propio únicamente, sino generar un ecosistema que al final sea un equipo, algo así como los cimientos en un gran edificio. Recuerda, buscar el beneficio particular solamente, no es negocio exitoso, buscar un beneficio en común, sí lo es.
El balance entre mente, conocimiento y espíritu es también una señal de éxito.
