El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, llegó esta mañana a Palacio Nacional con las supuestas pruebas de que Morena es un narcopartido, como el propio mandatario lo declaró hace unos días en entrevista radiofónica, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador se negó a recibirlo bajo el argumento de que esos asuntos no le competen.
En redes sociales, el mandatario michoacano solicitó audiencia con López Obrador “para mostrarle toda la información que tengo” sobre la vinculación, que afirma, tiene Morena con el crimen organizado.
El gobernador Aureoles enfatizó que es importante que se reúna personalmente con el presidente por tratarse de un tema muy delicado y peligroso para la nación.
“Presidente, su partido se convirtió en el instrumento del narco y estoy seguro que usted, como jefe del Estado mexicano, comparte mi preocupación”, dijo.
El tiempo ha transcurrido sin que el jefe del Poder Ejecutivo federal reciba a Aureoles Conejo, quien señala que se trata de un asunto de relevancia para el país.
Pero adentro de Palacio Nacional, durante la rueda de prensa “mañanera”, López Obrador solo atinó a declarar que no recibiría al gobernador Silvano Aureoles porque “no le corresponde” hacerlo.
Según explicó, se trata de un asunto electoral que se debería resolver en el Instituto Nacional Electoral (INE) o el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y en caso de tratarse de un ilícito, el mandatario de Michoacán debería recurrir a la Fiscalía General de la República (FGR).
