Una inyección de proteína pudiera detener y hasta revertir los daños de la cirrosis hepática. El tratamiento es transitorio y no tiene efectos adversos.
La cirrosis hepática se caracteriza por una acumulación de fibrosis en el hígado, principalmente alrededor de las venas centrales y tríadas portales, lo que provoca que se genere una barrera que dificulta el intercambio de fluidos y moléculas en el órgano, impidiendo así su correcto funcionamiento.
Recientes trabajos de investigación realizados por el Doctor Juan Armendáriz Borunda, director del Instituto de Biología Molecular en Medicina y Terapia Génica del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la UdeG, arrojan que una terapia génica pudiera revertir daños hepáticos, principalmente la cirrosis a través de la inyección de genes que produzcan proteínas con cualidades terapéuticas para que actúen en la zona dañada.
Actualmente el tratamiento es poco accesibel, pero cuenta con una apertura emergente entre el sector de investigación, según señala Armendáriz Borunda.
Este estudio médico, “Estrategia terapéutica para revertir la fibrosis hepática utilizando un vector ADMMP8 administrado como músculo”, fue reconocido como el mejor trabajo de investigación durante el XIII Congreso Nacional de Hepatología, realizado en junio pasado por la Asociación Mexicana de Hepatología.
El doctor Jesús García Bañuelos, otro de los autores de esta investigación, menciona que el área de la terapia génica es un campo fértil para indagar la reversión de enfermedades hepáticas, un padecimiento que hasta hace dos décadas aún se consideraba irreversible.
El científico del CUCS detalla que el envío de genes a través de este tratamiento es transitorio y no tiene efectos secundarios adversos, pues luego de cumplir su función de producir proteínas terapéuticas, los genes empleados son desechados por el organismo.
“No es una alteración genética, es un envío transitorio de genes; es como si el paciente tomara su tratamiento todo el día, y cuando se cura, el tratamiento se interrumpe. Pasa lo mismo con esta estrategia, estos periodos de transición de genes se desvanecen; es diferente con enfermedades genéticas, donde sí tienen dañado un gen y se busca una modificación de por vida”.
*Con información de Agencia Informativa Conacyt