¿Y cómo no vivir con roomies si a parte de divertido es económico?
Esta modalidad existe desde siempre, vivir en colectivo en una casa con comodidades pero compartiendo gastos es perfectamente aceptable para alguien que no está casado ni tiene hijos, aunque claro, hay las excepciones a la regla, ¿te acuerdas de “Friends”?
Según la aplicación DadaRoom.com, 6 de cada 10 millennials elige este modo de vida pues trae consigo muchas ventajas, sobre todo en el tema económico, pues los costos se pueden ir hasta el 50% o menos; la compañía es intermitente porque sigues siendo independiente, pero puede existir un acompañamiento para situaciones diversas de la vida; tienes a un compañero confiable sabiendo establecer buenas bases de convivencia y siendo un equipo de apoyo; cuando se trata de un compañero foráneo, pueden incrementarse de esta forma el número de amistades, referencias de lugares por conocer o mera convivencia; y por último, las responsabilidades compartidas siempre son mejores como el aseo de la casa, mantenimiento de la misma, turno en pagos y gestiones, o esas actividades que nunca está de más realizarlas con ayuda.
Aunque claro, no todo es miel sobre hojuelas, también tienes que analizar la otra cara de la monera, a veces la repartición de las áreas no es equitativa porque las habitaciones no tienen dimensiones iguales, o el trabajo de alguno de ellos es en casa y eso ocasiona una situación dispareja en los servicios; ahí llega la falta de privacidad total que puede ser un poco molesta, incluso en el tema de las reuniones sociales; también puede suceder que no paguen a tiempo su cuota, no limpien, sean desordenados e incluso deshonestos, todo es un riesgo que conlleva compartir gastos y casa.
Sin embargo hay formas para tener este tipo de vida sin morir en el intento, para ello deberás revisar bien el perfil de las personas a quienes ofertas las habitaciones de la casa, si no es de tu propiedad el inmueble, procuren que haya un responsable administrativo para ello y esto implica un trabajo extra que deberá remunerarse económicamente, además es muy recomendable firmar convenios o contratos igual que como la renta lo requiere.
No todas las experiencias serán alentadoras o positivas, pero sí enriquecedoras, de ellas quien las vive, aprende que hay personas con diferentes hábitos de convivencia, pero siempre deben valer la pena por el sacrificio económico, al final, el ahorro que se genera en tu cuenta bancaria te podrá ayudar para pagar viajes, escuela, artículos o gestionar adecuadamente para tu salud financiera a futuro, nunca está de más salvar un poco de dinero.