Reino Unido comienza este lunes las conmemoraciones por los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, una fecha que cobra especial relevancia porque quedan pocos testigos vivos.
La familia real recibirá a veteranos y testigos en el Palacio de Buckingham, donde el rey Carlos III, la reina Camila, el príncipe Guillermo y Catalina presidirán un desfile aéreo con aviones modernos y de época frente a miles de espectadores en las calles de Londres.
Las celebraciones incluyen actos en el Cenotafio, monumento en memoria de los caídos, y en el “HMS Belfast”, barco británico conservado de la guerra, amarrado en el Támesis.
Además, 30,000 amapolas de cerámica cubrirán los fosos de la Torre de Londres, símbolo de los soldados británicos caídos desde la Primera Guerra Mundial.
El 8 de mayo, día clave en Europa por la rendición de la Alemania nazi en 1945, habrá una ceremonia en la abadía de Westminster y un concierto en Horse Guards Parade con artistas y bandas militares.
En Alemania, donde será festivo, el presidente Frank Walter Steinmeier participará en actos en Berlín dedicados a la paz, aunque sin la presencia de embajadores de Rusia y Bielorrusia, excluidos por la guerra en Ucrania.
Este contexto bélico actual marca la conmemoración, con líderes europeos como el futuro canciller alemán Friedrich Merz buscando mostrar unidad y firmeza ante la incertidumbre del apoyo estadounidense.
Rusia, por su parte, celebrará el 9 de mayo con un desfile militar en Moscú, al que asistirán dirigentes como Xi Jinping y Luiz Inácio Lula da Silva.
En Francia, el presidente Emmanuel Macron depositará una ofrenda floral y reavivará la llama del soldado desconocido bajo el Arco de Triunfo, manteniendo la tradición del 8 de mayo.
Esta será una de las últimas grandes conmemoraciones con la presencia significativa de veteranos, quienes insisten en la importancia de recordar y transmitir las lecciones de la guerra a las nuevas generaciones.
