Un apagón de gran magnitud afectó este lunes a toda la península ibérica, paralizando el tráfico ferroviario en España y dejando también sin electricidad a zonas del sur de Francia.
El gestor de la red eléctrica española, Red Eléctrica, informó que se necesitarán entre 6 y 10 horas para restablecer totalmente el suministro.
Además, pidió evitar “especulaciones” sobre las causas del corte, que aún se investigan.
Desde Bruselas, la Comisión Europea anunció que está en contacto con las autoridades portuguesas y españolas para comprender las causas del incidente.

Impacto en el transporte y la vida cotidiana
La Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) suspendió todos los servicios ferroviarios en España, solicitando a los pasajeros no acudir a las estaciones.
El tráfico vehicular también se vio afectado, con semáforos apagados en ciudades como Madrid y Barcelona, provocando congestionamientos.
En ambas ciudades, miles de personas salieron a las calles en busca de señal telefónica, mientras que los metros y trenes fueron evacuados por seguridad.
En Portugal, el gestor REN confirmó un “corte masivo de luz” y activó protocolos de restablecimiento en coordinación con operadores europeos.
Según medios locales, Lisboa sufrió fallas en el sistema de señalización y evacuaciones en el metro.
En Francia, el apagón afectó brevemente al País Vasco, donde el servicio ya fue restablecido.
Respuesta de las autoridades
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se trasladó al centro de control de Red Eléctrica para supervisar los trabajos de recuperación.
“El gobierno está dedicando todos los recursos para solventar la incidencia cuanto antes”, indicó su oficina.
En Portugal, el ministro portavoz Antonio Leitao Amaro señaló que la falla parece haberse originado en España, aunque la causa sigue sin confirmarse.

Escenas de caos y desconcierto
En Madrid, las personas evacuadas buscaban efectivo en cajeros automáticos y cobertura telefónica para contactar a sus familiares.
La policía intentaba controlar el tráfico en zonas emblemáticas como la Plaza de Cibeles, donde los semáforos dejaron de funcionar.
En Barcelona, el caos también se apoderó de las calles tras la interrupción del servicio eléctrico y de internet. Estudiantes, trabajadores y turistas intentaban regresar a casa sin transporte disponible.
“Estoy impactada porque está todo como superdescontrolado”, dijo una estudiante de 16 años evacuada de su colegio en Madrid.
A pesar del apagón, el operador de aeropuertos Aena informó que sus instalaciones se mantienen operativas gracias a sistemas eléctricos de contingencia, aunque se registran algunos retrasos en vuelos.