Brasil concluyó el examen de las cajas negras del avión de Azerbaijan Airlines de fabricación brasileña que se estrelló el 25 de diciembre en Kazajistán y envió los datos a las autoridades kazajas para su análisis, informó este lunes su Fuerza Aérea.
La caída de la aeronave fabricada por la brasileña Embraer causó la muerte de 38 personas y está envuelta en sospechas de responsabilidad de Rusia.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) dijo en una nota que concluyó el sábado los “trabajos de extracción, adquisición y validación” de los datos contenidos en las cajas negras del avión.
Los datos, recabados por los investigadores del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA) de la FAB, con sede en Brasilia, fueron entregados a las autoridades kazajas, añadió.
“Los análisis de los datos extraidos (…) son de exclusiva responsabilidad de la Autoridad de Investigación de Kazajistán”, según la FAB.
Las cajas negras, que contienen las grabaciones de audio de la cabina y los datos del vuelo, llegaron a Brasil la semana pasada para su análisis en el CENIPA.
Tres investigadores de Kazajistán y otros expertos convocados por ese país -tres de Azerbaiyán y tres de Rusia- acompañaron las pesquisas.
El avión volaba desde Bakú, la capital de Azerbaiyán, a Grozni (Rusia), pero se estrelló cerca de Aktau, en Kazajistán.
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) había hecho un llamado a una investigación imparcial del accidente, luego de que Bakú señalara que el avión fue alcanzado por misiles rusos de defensa antiaérea.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, volvió a acusar el lunes a Rusia de haber derribado el avión.
El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió disculpas a Aliev y admitió que el día del accidente la defensa aérea rusa disparó por la presencia de drones ucranianos en el Cáucaso, aunque no reconoció que Rusia sea responsable de la tragedia.
rsr/app/dga © Agence France-Presse