Para los británicos las cosas no pintan nada bien, después de la derrota en el fútbol; los ojos del mundo regresan al tema del Brexit.
Luego del referéndum realizado en junio de 2016 sobre la permanencia del Reino Unido dentro de la Unión Europea, se han llevado un sin número de discusiones y debates acerca del tema, la preocupación para el Gobierno británico, es precisamente los términos y acuerdos con los 27 miembros de la UE, para evitar las consecuencias de la salida.
El próximo marzo de 2019, es la fecha que se enmarca para que se concrete la separación de los británicos de la Union Europea, debido a esto las relaciones dentro del departamento inglés se encuentra muy álgida, en menos de 24 horas dos miembros del parlamento británico dimitieron de sus puestos para la negociación del “Brexit”, David Davis y Boris Johnson; este último Ministro de Relaciones Exteriores, por lo que la crisis en el ceno del gobierno de coalición británico se agudiza y amenaza las negociaciones con la UE.
La Primera Ministra Theresa May durante su campaña indicaba que una salida rápida y dura sería la clave para la estabilidad de la economía, derechos humanos, tratados internacionales y comerciales del RU; sin embargo en las últimas negociaciones ha cambiado a una transición más suave y conveniente para las partes. Esto ha llevado un debate dentro del parlamento inglés con relación a la mejor manera de llevar las negociaciones.
Entre tanto, la postura de la Unión Europea ha sido de preocupación, sobre todo en materia económica, donde sin duda los ingleses son una parte fundamental del bloque europeo frente a economías en crecimiento como las asiáticas e inclusive la estadounidense. Es un golpe fuerte para la estabilidad macroeconómica mundial, que sin duda tiene preocupado a todos los mercados en espera de que las negociaciones sean favorables.
Sin embargo, la crisis política que actualmente refleja el gobierno británico, pone en duda una postura clara y con dirección de lo que están buscando en las negociaciones con Bruselas, manifiesta una debilidad que preocupa no solo a los británicos, los 27 miembros denotan preocupación en los avances de la discusión.
Las propuestas hechas por el gobierno de May, han denotado el afán de una transición en la que las partes no se vean afectadas, como la creación de un “área de libre comercio”, un plan para diciembre de 2020, donde algunos sectores, como el agrícola e industrial seguirán colaborando hasta esa fecha.
A 8 meses del inicio de la transición, desde Bruselas se sigue presionando a Londres para que ponga las cartas sobre la mesa, ya que solo quedan 3 meses para que el acuerdo quede finiquitado. Nos preguntamos si la frase del líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber: “la historia mostrará que el Brexit es un error tremendo, creará mucho daño para ambas partes”, tendrá una verdad dolorosa para la economía mundial.