Kiev y Rusia se acusaron mutuamente este martes de haber reventado la presa Kajova, ubicada en al sur de Ucrania.
La voladura de la presa ha provocado inundaciones en 24 localidades de Ucrania, lo que pone en peligro a unas 16 mil personas que se encuentran en una zona crítica. Hasta ahora, unas mil personas han sido evacuadas, según dijo el ministro del Interior ucraniano, Igor Klymenko.
La rotura, advirtió, podría provocar destrucción en Jersón y todas las zonas circundantes al río Dniéper, que están siendo evacuadas
De acuerdo con analistas y expertos, la rotura de la presa es una estrategia de guerra dado que el agua impedirá cualquier plan de Ucrania de realizar una ofensiva contra Rusia cruzando el río Dnipro al convertirlo en una enorme zona pantanosa.
Desde el comienzo de la guerra, esta presa es considerada un objetivo potencial tanto por su importancia estratégica como por el daño que causaría su destrucción.
Ucrania y la OTAN culpan a Rusia
Tanto el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como autoridades de países de Occidente culparon a Rusia de la destrucción parcial de la presa.
Zelenski convocó a una reunión urgente de su Consejo de Seguridad Nacional por lo que calificó de “ataque terrorista”; mientras, su ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Tanto la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, como el jefe de la Unión Europea, Charles Michel, y el jefe de la OTAN, responsabilizaron a Rusia de los daños en la presa de Kajovka y calificaron la acción como un “crimen de guerra”.
La presa, de unos 30 metros de alto y cientos de ancho, atraviesa el río Dniéper y retiene un enorme embalse de agua. Se construyó en 1956 como parte de la central hidroeléctrica ucraniana de Kajovka.
El ataque vino desde dentro: Rusia
A su vez, la empresa pública que controla la hidroeléctrica ucraniana, llamada Ukrhidroenergo, aseguró en un comunicado que los daños en la central hidroeléctrica de Nueva Kajovka son “irreparables” y fueron causados por “una detonación en la sala de máquinas desde el interior”.
“Como resultado de la detonación de la sala de máquinas desde el interior, la central hidroeléctrica de Kajovka ha sido completamente destruida. La central no puede ser reparada”, se lee en la nota oficial de la empresa.
En tanto, el alcalde de la ocupada localidad ucraniana de Nueva Kajovka, en la región sureña de Jersón, afirmó que la central hidroeléctrica a orillas del río Dniéper sufrió daños por un ataque de Ucrania y el agua comenzó a descargarse “sin control”.
El regidor impuesto por Rusia en la localidad, Vladímir Leontiev, afirmó que “se llevaron a cabo una serie de ataques en la central hidroeléctrica de Kajovka, que destruyeron las válvulas”, publicó la agencia de noticias rusa TASS.
Con información de Euronews