El Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU) anunció sanciones contra la terminal de almacenamiento de petróleo Huaying Huizhou Daya Bay, en China, por adquirir y almacenar crudo iraní proveniente de un buque sancionado.
De forma paralela, el Departamento del Tesoro impuso sanciones a la refinería china Shandong Shouguang Luqing Petrochemical Co., Ltd., conocida como “teapot”, por refinar petróleo iraní valorado en cientos de millones de dólares, incluyendo cargamentos vinculados a Ansarallah (Hutíes) y al Ministerio de Defensa de Irán, señalado por Washington como promotor del terrorismo.
La medida forma parte de la cuarta ronda de sanciones implementadas bajo la política de “máxima presión” de la administración de Donald Trump, con el objetivo de reducir a cero las exportaciones de crudo iraní, que constituyen una fuente clave de ingresos para financiar actividades desestabilizadoras.
Estados Unidos identificó ocho buques como parte de la “flota fantasma” de Irán, utilizados para transportar millones de barriles de crudo a refinerías chinas como Luqing Petrochemical. Además, sancionó a 12 entidades y una persona involucradas en la red de tráfico petrolero.
Bloqueo de activos y restricciones
Las sanciones, impuestas bajo las órdenes ejecutivas 13846 y 13902, bloquean todos los activos de las empresas y personas designadas que se encuentren en territorio estadounidense o bajo control de ciudadanos de ese país. Además, prohíben cualquier transacción con estas entidades sin una licencia específica de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
De acuerdo con el Departamento de Estado, las terminales chinas juegan un papel clave en la introducción del petróleo iraní en el mercado asiático, lo que permite al régimen de Teherán mantener sus ingresos energéticos para financiar su programa nuclear y grupos terroristas.
China es el mayor comprador de crudo iraní, lo que convierte a sus refinerías privadas o “teapot” en actores estratégicos para las operaciones de Teherán.
Desde marzo de 2021, la terminal Huaying Huizhou Daya Bay ha recibido al menos nueve cargamentos de petróleo iraní, siete de ellos provenientes de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, también sancionada por EE. UU.
Estas nuevas acciones buscan frenar las exportaciones de crudo iraní y presionar a China para que deje de adquirir petróleo de Teherán, una práctica que Washington considera que alimenta la inestabilidad en Medio Oriente y financia actividades terroristas.