Casi 20,000 personas acudieron al Vaticano este miércoles para despedir al papa Francisco en su primer día de capilla ardiente.
El pontífice latinoamericano, fallecido el lunes a los 88 años, fue colocado en un ataúd sencillo, en la basílica de San Pedro.
Vestía una casulla roja y sostenía su rosario, sin catafalco, como él mismo lo pidió. En medio del silencio, miles de fieles avanzaron en fila para despedir al papa que lideró la Iglesia desde 2013.
Abren capilla ardiente por tres días
La capilla estará abierta hasta el viernes, aunque el Vaticano considera extender el horario, ante la gran afluencia de visitantes. En el primer día se registraron 19,430 personas, según la Santa Sede.
El cuerpo fue trasladado desde la residencia Santa Marta en una procesión solemne hasta San Pedro. Las filas se extendieron durante horas, mientras sonaban campanas y se escuchaban rezos.
“Era como de la familia”
Ana Montoya, mexicana de 33 años, sostuvo una cruz y un rosario mientras esperaba su turno. “Francisco era un miembro de la familia”, dijo. Otros fieles también expresaron su cercanía con el papa. “Queríamos decir gracias al más humilde de los papas”, contó Francisca Antunes, joven portuguesa.
La seguridad fue estricta, con detectores de metales y presencia militar en los accesos al Vaticano.
El funeral está programado para este sábado, con la presencia confirmada de mandatarios como Javier Milei (Argentina), Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil), Daniel Noboa (Ecuador), Emmanuel Macron (Francia) y Donald Trump (EE.UU.), además del rey Felipe VI de España y António Guterres de la ONU.
Novendiales y cónclave en camino
Este sábado también comenzarán los “Novendiales”, los nueve días de luto tradicionales en el Vaticano. Mientras tanto, aún no hay fecha oficial para el cónclave, donde más de 130 cardenales deberán elegir al nuevo pontífice en un plazo de 15 a 20 días.
Por deseo del papa, su entierro se realizará en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Será el primer entierro papal fuera del Vaticano desde 1903.
