Eslovaquia confirmó que estaba dispuesta a recibir las eventuales pláticas de paz sobre el conflicto en Ucrania, después de que el presidente ruso Vladimir Putin considerara “aceptable” que Bratislava sirva como una “plataforma” de diálogo.
“Ofrecemos nuestro territorio eslovaco para tales negociaciones”, declaró en Facebook el ministro de Relaciones Exteriores Juraj Blanar, casi tres años después del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
Según él, las negociaciones deben darse “con la participación de todas las partes, incluida también Rusia”, a diferencia de la cumbre que tuvo lugar en junio en Suiza.
El presidente ruso afirmó el jueves que Eslovaquia, de la que alabó su “posición neutral”, se ofreció como una especie de “plataforma” para posibles negociaciones.
“Consideramos la declaración del presidente ruso como una señal positiva para poner fin a cuanto antes a esta guerra, al derramamiento de sangre y a la destrucción”, escribió Juraj Blanar.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, uno de los pocos dirigentes europeos que ha mantenido relaciones cordiales con el Kremlin desde el estallido de la guerra, se reunió con Putin en Moscú el 22 de diciembre, provocando la ira de Kiev.
Según el ministro eslovaco de Relaciones Exteriores, Bratislava informó en octubre a sus “socios ucranianos” de su disponibilidad para negociaciones de paz.
Eslovaquia, país miembro de la Unión Europea y de la OTAN, se ha acercado a Rusia, siguiendo la posición húngara, desde el regresó al poder del nacionalista Robert Fico en octubre de 2023.
Fico ordenó suspender la ayuda militar a Ucrania y reprocha a Kiev poner en peligro el suministro de gas ruso, del cual su país depende en gran medida y que quiere seguir comprando.
Ucrania anunció durante el verano boreal que no renovaría después de finales de año su contrato con Moscú para transportar gas ruso hacia Europa a través de su extensa red de gasoductos.
Por el momento no se ha encontrado ninguna solución.
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