León XIV, el primer papa peruano-estadounidense, marcó el rumbo de su pontificado este domingo al denunciar una economía que explota la naturaleza y margina a los pobres.
La misa, celebrada ante 200,000 personas en la Plaza de San Pedro, contó con la presencia de líderes como el vicepresidente estadounidense JD Vance, la presidenta peruana Dina Boluarte y varios mandatarios latinoamericanos.
En su homilía, León XIV advirtió sobre la persistencia de la discordia, el odio y la violencia, alimentados por un modelo económico que excluye a los más vulnerables.
“Vemos aún demasiadas heridas causadas por el miedo a lo diferente y por un paradigma económico que margina a los más pobres”, afirmó.
El papa, de 69 años, vivió más de dos décadas en Perú como misionero y obispo en Chiclayo. Antes de la ceremonia, se reunió con Dina Boluarte para hablar sobre el bienestar de los peruanos.
Durante la misa, León XIV recibió los símbolos papales: el palio y el anillo del pescador, emblemas de su nueva misión. Reiteró su llamado a la unidad y la caridad dentro de la Iglesia.
El evento reunió a figuras internacionales como los presidentes de Colombia, Ecuador y Paraguay, además de los reyes de España y el jefe del gobierno alemán. La seguridad fue reforzada por las autoridades italianas.
León XIV, sucesor del carismático Francisco, hereda una Iglesia sacudida por escándalos y debates sobre el papel de la mujer, el celibato y la transparencia financiera. En su primera semana, insistió en su compromiso social y en la lucha contra las desigualdades y condiciones laborales indignas.
El papa concluyó la ceremonia con un llamado a la paz, mencionando la situación en Ucrania y Gaza, y pidió negociaciones para una solución justa y duradera.
Con información de AFP