El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asumió su tercer mandato consecutivo este viernes en Caracas. La juramentación ocurrió en la sede del Parlamento, bajo control del oficialismo, en un contexto de denuncias opositoras y rechazo internacional.
“Este nuevo período presidencial será el de la paz, la prosperidad y la nueva democracia”, afirmó Maduro, vestido de traje oscuro, ante el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez. Sus seguidores llenaron las calles aledañas al Palacio Federal Legislativo.
La Plataforma Unitaria, principal coalición opositora, calificó la toma de posesión como un “golpe de Estado”. Argumentan que Edmundo González Urrutia, su candidato en las elecciones del 28 de julio, ganó con más del 70% de los votos, según actas publicadas por ellos mismos.
“González Urrutia es quien debe ser juramentado”, señaló la oposición en un comunicado, mientras María Corina Machado denunció persecución tras encabezar protestas en Caracas.
Estados Unidos y la UE rechazan investidura
Washington tachó la toma de posesión de Maduro como una “farsa” y aumentó a 25 millones de dólares la recompensa por su captura y la del ministro del Interior, Diosdado Cabello. También impuso sanciones contra altos funcionarios de PDVSA.
Además, la administración de Donald Trump, que regresará a la Casa Blanca en enero, amplió por 18 meses el permiso migratorio para venezolanos en EE.UU.
La Unión Europea declaró que Maduro “carece de legitimidad”, mientras que el Reino Unido lo calificó como un gobierno “fraudulento” y anunció restricciones financieras contra 15 funcionarios.
“Esta toma de posesión no la pudieron impedir, es una gran victoria de la democracia venezolana”, aseguró Maduro en su discurso. También acusó a EE.UU. y sus aliados de conspirar contra su gobierno.
Con información de AFP