Los equipos de rescate dominicanos mantienen este domingo la esperanza de encontrar más sobrevivientes mientras avanzan en el tercer día de búsqueda de desaparecidos tras el naufragio de una embarcación que viajaba a Puerto Rico.
En principio, las autoridades estimaban que en la embarcación se desplazaban entre 40 y 50 migrantes, según relatos de sobrevivientes, pero hasta ahora no ha podido confirmarse con exactitud la cantidad de ocupantes.
La Defensa Civil reiteró este domingo el balance de 17 personas rescatadas con vida de nacionalidad haitiana y dominicana, mientras que seis cuerpos, entre ellos un niño, han sido recuperados.
“Hemos tenido milagros de personas que aparecen después de cuatro, cinco o seis días”, dijo a la AFP el director de la Defensa Civil, Juan Salas, en referencia a las posibilidades de encontrar más sobrevivientes.
Salas señaló que varios de los rescatados afirman haber visto otras personas vivas en el agua.
Por ello, no descartan que algunos de los migrantes se hayan podido aferrar a objetos flotantes o hallan logrado avanzar hasta la orilla.
“Por eso se abrió el radio de acción. Hoy van a sobrevolar nueva vez el área con naves de mayor capacidad”, recalcó Salas.
Las víctimas viajaban en una yola, nombre que reciben pequeñas lanchas de pescadores usadas normalmente para el traslado de indocumentados a Puerto Rico, que tiene una condición de Estado libre asociado a Estados Unidos.
Una yola puede cargar hasta 100 personas.
La Armada dominicana dijo por su parte que “intentaban viajar de manera ilegal hacia Puerto Rico, frente a las costas de Juanillo, provincia La Altagracia”, en el extremo este de la isla, muy cerca de Punta Cana.
La ruta es de unos 130 km hasta Puerto Rico.
La migración ilegal desde Dominicana hacia Puerto Rico es un fenómeno en alza en la última década.
Las yolas son construidas con madera o fibra de vidrio y las autoridades advierten que no cumplen con medidas de seguridad. Con todo, un traslado hasta Puerto Rico puede superar los 7.000 dólares, según versiones de prensa.
El fuerte oleaje, la presencia de bancos de sargazo, un alga marina que prolifera en las costas dominicanas, y nubes de polvo procedentes del desierto del Sahara han dificultado las labores de búsqueda.
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