Más de medio siglo tuvo que pasar para que Lucía Mantione, una niña italiana de 13 años violada y asesinada en 1955, tuviera un funeral en la iglesia de su pueblo natal. En presencia de más de mil 500 habitantes de la aldea de Montedoro, región de Sicilia, Lucía fue velada el miércoles pasado, después de que la iglesia católica le negara la ceremonia a su familia durante poco más de 66 años.
Lucía desapareció el 6 de enero de 1955 y su cuerpo fue encontrado tres días después en una granja a 1 kilómetro del pueblo. Presentaba signos de violencia sexual y estrangulamiento. Al ser llevada ante el sacerdote de la iglesia, este se negó a realizarle un funeral debido a que supuestamente las leyes católicas prohibían la ceremonia de velación a quien hubiera tenido una “muerte violenta”.
Rosa Alba, de 73 años y amiga de la infancia de Lucía, mencionó que luchó durante años contra ese atavismo de la iglesia católica para hacerles reconocer su error y que permitieran el funeral de la niña. “La idea absurda detrás de esto era que, si te mataban de alguna manera, habías hecho algo mal. Algunos sacerdotes creían que una muerte violenta alejaba a esa persona de la comunidad religiosa”, dijo.
Lucía recibió en aquel tiempo un entierro modesto sin funeral en una pequeña parcela del cementerio de Montedoro. Las autoridades italianas y la iglesia habían cerrado el caso por la muerte de la niña, pero los aldeanos nunca lo olvidaron y la historia pasó de generación en generación, así lo mencionó el alcalde de Montedoro, Renzo Bufalino.
“Hoy en Montedoro recordamos no solo a Lucía, sino a todas las víctimas del feminicidio en Italia”, dijo Bufalino. “Todas las mujeres que han sido abusadas sexualmente. Todas las mujeres, como Lucía, cuyos gritos de justicia no han sido escuchados durante tanto tiempo”, sentenció. Según datos oficiales, cada tres días una mujer en Italia es asesinada, muchas de las cuales también fueron abusadas sexualmente.
