Al menos 700 marines llegarán este martes a Los Ángeles por orden del presidente Donald Trump, como parte de una respuesta federal a las protestas contra redadas migratorias, a pesar de la oposición del gobierno de California.
Los soldados se suman a 4,000 elementos de la Guardia Nacional ya desplegados, en medio de manifestaciones que cumplen cinco días en una ciudad con amplia población migrante, particularmente latina.
Aunque las protestas han sido en su mayoría pacíficas, algunas se han tornado violentas, con enfrentamientos entre manifestantes y policías antidisturbios. Las redadas en centros de trabajo detonaron la indignación.
La noche del lunes, en el barrio de Little Tokyo, decenas de personas lanzaron bengalas a las autoridades, que respondieron con gas lacrimógeno. Varios negocios resultaron afectados por actos vandálicos.
El gobernador Gavin Newsom criticó duramente el despliegue. “Los marines no deberían enfrentarse a sus compatriotas para cumplir la fantasía desquiciada de un presidente dictatorial”, escribió en X.
Por su parte, Trump llamó “agitadores profesionales e insurrectos” a los manifestantes y aseguró que sin la presencia militar, “Los Ángeles estaría ardiendo”.
Acusan intento de criminalizar la protesta
Trump pidió el arresto de Newsom y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dijo que el gobernador “debería ser alquitranado y emplumado”, en referencia a una antigua forma de castigo público.
Con pancartas y consignas como “¡Fuera ICE de Los Ángeles!”, los manifestantes exigen el retiro inmediato de las fuerzas federales. Algunos ciudadanos, sin embargo, justifican el uso de la fuerza para frenar daños a la propiedad.
“Se supone que deben protegernos, pero en realidad son enviados a atacarnos”, dijo Kelly Diemer, una vecina de 47 años. Más de 100 personas han sido detenidas en Los Ángeles, San Francisco y otras ciudades.
Despliegue militar genera alerta legal
El uso de marines en territorio estadounidense es “increíblemente inusual”, explicó Rachel VanLandingham, experta en derecho militar. La ley federal prohíbe que las Fuerzas Armadas actúen como policía interna, salvo en caso de insurrección.
California ya presentó una demanda para bloquear la presencia de la Guardia Nacional y planea otra para frenar el arribo de los marines.
La especulación crece sobre si Trump intentará invocar la Ley de Insurrección, lo que le permitiría usar fuerzas militares regulares en todo el país.
“El presidente intenta construir una narrativa de emergencia para justificar el uso del ejército”, advirtió Frank Bowman, profesor de derecho en la Universidad de Misuri.
Con información de AFP
