En Iowa, el expresidente Donald Trump se llevó una victoria contundente en las asambleas electorales conocidas como “caucus”, marcando un inicio sin precedentes en el proceso de primarias.
La agencia de noticias Associated Press (AP), encargada de certificar los resultados electorales, anunció la victoria de Trump solo 36 minutos después de iniciadas las votaciones.
Aunque el sistema de caucus aún no había alcanzado ni el 1% de los votos esperados, la ventaja de Trump era innegable.
Con el 50% de los votos escrutados, la incógnita radicaba en si Trump conseguiría superar en votos a todos los demás candidatos combinados.
La ex gobernadora de Carolina del Sur y ex embajadora en la ONU, Nikki Haley, se encontraba compitiendo por la segunda posición, distante de Trump, junto al gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien hace un año parecía destinado a liderar el partido republicano después de Trump.
En este estado, dos tercios de los republicanos creen en la afirmación de Trump sobre su victoria en las elecciones de 2020.
Un porcentaje similar de los votantes del expresidente sostiene que las posibles condenas en los procesos legales en su contra no afectarán su decisión de voto.
