Trump intensifica la intervención de EEUU en elecciones extranjeras

Donald Trump ha llevado la histórica injerencia de Estados Unidos en elecciones extranjeras a un nivel sin precedentes, respaldando públicamente a candidatos afines en distintos países y utilizando las redes sociales como principal vía de influencia.

En su plataforma Truth Social, el presidente estadounidense expresó su apoyo al candidato hondureño de derecha Nasry Asfura, a quien calificó como “el único verdadero amigo de la libertad”. También prometió cooperar con su eventual gobierno.

“Es inusual ver a un presidente de Estados Unidos declarar abiertamente sus preferencias en elecciones extranjeras”, señaló Thomas Carothers, director del programa de democracia del Carnegie Endowment for International Peace.

Trump ha mostrado especial interés en América Latina. Su administración, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio, ha impuesto sanciones a un juez brasileño vinculado al caso de Jair Bolsonaro y criticado duramente al presidente colombiano Gustavo Petro.

En Argentina, el mandatario prometió 20,000 millones de dólares de apoyo económico condicionados al triunfo legislativo del presidente Javier Milei, cuyo partido resultó vencedor.

Según el analista Will Freeman, del Consejo de Relaciones Exteriores, estas acciones forman parte de un intento de “reforzar un giro hacia la derecha que gana fuerza en toda la región”.

En Europa, la administración Trump ha expresado respaldo a líderes y partidos conservadores.

La jefa de seguridad nacional, Kristi Noem, apoyó al candidato polaco Karol Nawrocki, quien posteriormente ganó la presidencia.

En Rumania y Alemania, funcionarios estadounidenses han intervenido verbalmente en procesos electorales y decisiones políticas locales.

Trump también ha respaldado públicamente a figuras como Nigel Farage en Reino Unido y Marine Le Pen en Francia, mientras que ha pedido el indulto para el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, procesado por corrupción.

A pesar de sus declaraciones en Riad contra el intervencionismo estadounidense en Medio Oriente, los analistas coinciden en que su estrategia exterior refleja un interés personal y político más que geoestratégico.

“Trump no actúa con la lógica de la Guerra Fría; busca fortalecer a sus aliados ideológicos y personales”, explicó Carothers.

De acuerdo con investigaciones del politólogo Dov Levin, Estados Unidos ha intervenido en más de 80 elecciones extranjeras desde la Segunda Guerra Mundial, pero ningún presidente lo había hecho con tanta apertura y frecuencia como Donald Trump.