El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que prepara una orden ejecutiva para frenar la deportación de trabajadores migrantes en los sectores agrícola y hotelero, ante el impacto que podrían tener las redadas en la economía local.
Durante un acto en la Casa Blanca, Trump reconoció que muchos agricultores y dueños de hoteles en Estados Unidos dependen de personas migrantes que llevan años trabajando con ellos, aunque se encuentren en situación irregular.
“Han trabajado para ellos durante 20 años. No son estadounidenses, pero han resultado ser, ya sabes, geniales, y vamos a tener que hacer algo al respecto”, declaró.
El mandatario agregó que espera firmar pronto una orden que evite la deportación de estos trabajadores. “No podemos hacerle eso a nuestros agricultores y también al sector del ocio, a los hoteles”, dijo.
México rechaza redadas migratorias
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con las redadas migratorias durante una reunión con el subsecretario de Estado de EE.UU., Christopher Landau. La mandataria criticó que se criminalice a personas que trabajan honestamente en Estados Unidos y señaló que las redadas dañan tanto a las familias como a la economía estadounidense.
“Dañan no solamente a las personas, sino a la propia economía”, afirmó Sheinbaum en Palacio Nacional.
La presidenta también adelantó que buscará abordar directamente este tema con Trump en la próxima cumbre del G7 en Canadá, que se celebrará del 15 al 17 de junio.
Trabajadores migrantes: esenciales pero en riesgo
Las declaraciones de Trump y Sheinbaum ocurren en medio de operativos migratorios que, según el gobierno mexicano, han dejado al menos 61 connacionales detenidos en días recientes.
Los sectores agrícola y turístico de Estados Unidos dependen en gran medida de la mano de obra migrante, especialmente en estados como California, Texas y Florida.
En muchos casos, estas personas realizan tareas esenciales como la cosecha de frutas y verduras o el mantenimiento y limpieza en hoteles.
Sin embargo, su situación migratoria irregular los deja en una situación vulnerable frente a redadas o cambios en las políticas de migración.
