La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) informó sobre la detención de dos agentes de la fiscalía estatal, acusados de participar en la desaparición forzada de cinco personas originarias de Tlaxcala, cuyos cuerpos fueron hallados sin vida en Puebla.
El fiscal Bernardo Rodríguez Alamilla detalló que los detenidos son O. A. H. V., agente del Ministerio Público adscrito a Huatulco, y M. A. C. G., agente estatal de investigación encargado de la comandancia en la misma región. Ambos enfrentan cargos por su presunta implicación directa en el crimen.
En la misma conferencia de prensa, encabezada por el gobernador Salomón Jara, el fiscal confirmó que hay un tercer detenido: L. E. S. V. quien habría colaborado con la organización criminal responsable del secuestro y asesinato.
Rodríguez Alamilla indicó que las investigaciones cuentan con pruebas videográficas, fotográficas y testimoniales que vinculan a los agentes con la desaparición de al menos una persona en Huatulco.
Subrayó que las detenciones envían un mensaje claro de cero tolerancia a la corrupción o complicidad del funcionariado público en delitos de alto impacto.
“Este tipo de detenciones tiene el objetivo de demostrar que ninguna mala actuación de los servidores públicos quedará impune”, enfatizó el fiscal.
El funcionario señaló que la FGEO trabaja en coordinación con las fiscalías de Puebla y Tlaxcala, así como con instituciones federales como la Secretaría de Marina (SEMAR), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Guardia Nacional, con el fin de garantizar un proceso judicial adecuado.
En el marco de la conferencia, Rodríguez Alamilla destacó que Oaxaca presenta una tendencia a la baja en casos de desaparición, a diferencia de otras entidades donde disminuyen los homicidios dolosos, pero aumentan las desapariciones.
Precisó que las regiones con más denuncias son Valles Centrales, Mixteca, Istmo y Cuenca, y resaltó que la FGEO tiene un 85 % de efectividad en la localización de personas reportadas como desaparecidas. Actualmente, el 48.8 % de las víctimas son mujeres y el 50.5 % son hombres.
