Desde el 24 de septiembre, miles de viviendas en Tixtla, Guerrero, permanecen inundadas tras el desbordamiento de la laguna “Espejo de los Dioses”, provocado por el huracán John.
Hasta el momento, las autoridades no han respondido a los llamados de auxilio de los afectados.
El agua contaminada con basura, animales muertos y eses fecales ha dejado a más de 10 mil personas en condiciones insalubres y sin hogar.
Camilo Dircio Juárez, representante vecinal del Barrio El Santuario, describió la gravedad de la situación:
Estamos aquí desde el 24, desde que empezaron las lluvias. Lamentablemente, la laguna que tenemos acá nos orilló a vivir en albergues improvisados en las calles. Calculamos que alrededor de 10 mil familias están afectadas, prácticamente medio pueblo”.
Los pobladores de Tixtla enfrentan dificultades sanitarias y de seguridad mientras esperan una respuesta de las autoridades locales y estatales para atender la emergencia.