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Nacional

Sheinbaum celebra siete años de la 4T: “El pueblo es invencible”

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En un Zócalo desbordado por más de 600 mil personas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó la conmemoración de los siete años de la Cuarta Transformación, un acto político y simbólico que marcó su primer gran evento masivo desde su llegada al poder.

Con un discurso cargado de historia, resultados económicos y mensajes de unidad, Sheinbaum reivindicó la continuidad del proyecto iniciado por Andrés Manuel López Obrador, y aseguró que su gobierno representa “el segundo piso de la Transformación de la vida pública de México”.

“Que se escuche bien: llegamos al gobierno para dar continuidad y profundizar la Cuarta Transformación. No vencerán al pueblo de México, ni a su Presidenta”, exclamó ante una multitud que respondió con el coro: “¡Presidenta, Presidenta!”.

La mandataria destacó los avances sociales y económicos de los últimos años: el aumento del salario mínimo de 88 pesos en 2018 a 315 pesos diarios a partir de 2026, un incremento de 154%; el control de la inflación al 3.57%, la creación de más de 550 mil empleos formales en 2025 y el récord de 40 mil millones de dólares en inversión extranjera directa.

Sin subir impuestos —afirmó—, la recaudación aumentó 501 mil millones de pesos gracias al combate a la evasión fiscal y la corrupción. “Lo que antes se robaban unos cuantos, hoy se traduce en bienestar para millones”, dijo.

Entre los programas sociales, Sheinbaum resaltó que 32 de 35 millones de familias mexicanas reciben apoyos directos, sin intermediarios, y que los principales programas —como la pensión universal, becas y apoyos al campo— están ya inscritos en la Constitución.

También anunció que a partir de 2027 comenzará la reducción gradual de la jornada laboral hasta alcanzar las 40 horas semanales en 2030, y que en 2026 iniciará la credencialización universal de salud, con el objetivo de integrar en un solo sistema a IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar.

La presidenta subrayó la política de infraestructura con sello social: tren Maya, interoceánico, Toluca–Observatorio y los nuevos tramos hacia Querétaro, Irapuato, Saltillo y Nuevo Laredo, además de 17 proyectos estratégicos de agua y la modernización de carreteras federales. “Con honestidad, amor al pueblo y a la patria, hoy hay recursos para hacer lo que antes decían imposible”, afirmó.

Sheinbaum dedicó varios pasajes del mensaje a responder a sus críticos. Negó que México viva retrocesos democráticos o represión:

“Nunca hemos reprimido al pueblo, y si un servidor público se sobrepasa, es sancionado. La represión fue del PRIAN, la de los maestros, la de Atenco.”

En tono de defensa, insistió en que su administración mantiene independencia y soberanía frente a cualquier potencia:

“México no acepta intervenciones ni injerencias extranjeras. No somos colonia ni protectorado de nadie.”

Sobre los derechos de las mujeres, recordó la reforma constitucional en favor de la igualdad plena, la creación de Centros LIBREs y la distribución de 25 millones de Cartillas de Derechos de las Mujeres, afirmando que “cuando dije que llegaríamos todas, lo estamos cumpliendo”.

En el cierre, Sheinbaum apeló a los valores éticos del movimiento y a la herencia histórica de los héroes nacionales:

“Nos guía la honestidad, el amor profundo al pueblo y la convicción de que la prosperidad es compartida o no es prosperidad. Nos guían Juárez, Hidalgo, Morelos, Zapata, Villa y la máxima obradorista: por el bien de todos, primero los pobres.”

El acto concluyó entre vítores de “¡No estás sola!” y un triple grito de “¡Viva México!”, con el que la presidenta reafirmó su mensaje central: continuidad, unidad y soberanía.

“México es ejemplo ante el mundo y seguimos haciendo historia”, sentenció.

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