Una salsa mexicana para guisado o simplemente para acompañar un buen taco, no es la misma sino tiene cebolla incluida, ya sea cruda, cocida o sofrita. Y para llevar al cabo dicha tarea culinaria hay que dominar la técnica de corte y soportar los vapores de la cebolla que nos hace llorar a moco tendido.
El motivo de nuestro llanto ya lo explique en el post anterior, sino lo ha leído le dejo aquí el link para saber de lo que hablamos.
De todos modos lo resumimos de volada. La cebolla tiene una molécula inodora que está en las membranas de la cebolla llamada Alinasa, al “agredirla”, o sea al cortarla, se vuelve un gas, el cual entra en contacto con nuestro lagrimal y nos produce más llanto que ver el final de una película triste.
Pero aguas querido lector, el acceso a nuestro lagrimal no solo es por los ojos, sino también por la nariz, al aspirar ese peculiar aroma de cebolla provoca la irritación del lagrimal, así que hoy vamos revisar la forma de no llorar con la cebolla.
Aunque muchas páginas en internet nos dan sus “trucos” para evitar llorar a la hora de cortar una cebolla, yo personalmente le recomiendo que se deje guiar por profesionales del tema.
¿Cuáles son estos “trucos”?
- Meter la cebolla al congelador un tiempo breve. Se supone que por la baja temperatura evita que se desprendan las moléculas irritantes.
La explicación es mucho más larga y aburrida así que digamos que esto no funciona propiamente, ya que siguen habiendo moléculas que se volverán gas y seguirás llorando, tal vez un poco menos, pero llorando al fin.
- Encender una vela. Dicen que una vela encendida al lado de la tabla de corte ayuda a “absorber” las moléculas volátiles emitidas por la cebolla, lo cual evita que lleguen a las fosas nasales.
Ya me imagino en un restaurante lleno de velas por que los cocineros no dejan de llorar. Otro truco que no solo es peligroso sino ineficiente.
- Usar lentes de protección
Como ya le había comentado querido lector, la “alinaza” no entra en contacto con el lagrimal por los ojos, sino por la nariz. Necesitaría un Snorkel para que funcionara.
- Remojar en agua fría o caliente
Si usted remoja la cebolla en agua fría, parte del líquido propio de la cebolla se “enjuagaría” y perdería el rico sabor de la cebolla al momento de cocinar. Si fuera con agua caliente seria como si la pre cocináramos y el resultado es el mismo, perdemos el jugo propio de la cebolla.
- Remojar en vinagre
Al leer esto pensé, si no estoy haciendo chiles en vinagre ni cebolla encurtida. Si remoja la cebolla en vinagre, por obvias razones la cebolla cambiara su sabor y textura.
- Remojar en jugo de limón
El jugo de limón con cebolla morada y chiles habaneros es muy rico, sin embargo al igual que al remojar con vinagre, cambiaría su sabor y textura.
- Colocar un recipiente con agua. Esto para humedecer el cuchillo y que el agua en el filo disipe el gas al momento del corte.
Pues esto propiamente tampoco funciona, ya que el agua que está en el filo es mínima como para detener la acción de los vapores. Sin mencionar que es peligroso ya que puede llegar a ser un poco resbaloso si no se tiene el cuidado al momento del corte.
- Ponerse un pedazo de cebolla en la cabeza
Esto no sé de donde lo sacaron, pero me dio mucha risa cuando lo leí.
Entonces ¿Cómo le hago para no llorar al cortar una cebolla?
Tres puntos básicos, no importa sino sabe cortar la cebolla “finito” o le queda dispareja, eso no importa, lo importante hoy, es dejar de llorar.
- Una tabla firme
Aunque usted no lo crea querido lector, algo muy importante por cuestión de seguridad general a la hora de cortar es tener una tabla de cocina que no se esté moviendo cuando debamos cortar cualquier alimento.
La próxima vez que usted vaya a cortar algún alimento coloque un trapo húmedo (¡Ojo! dije húmedo no mojado) moje usted un trapo de cocina limpio bajo el chorro de agua, después exprima para retirar el exceso de agua, coloque en mesa y después su tabla. Notará la diferencia.
- Cuchillo bien afilado
Esto también es de suma importancia a la hora de cortar, ya que un cuchillo sin filo no corta sino que “rasga” y esto al momento de cortar una cebolla es lo que hace que se desprenda más fácilmente las moléculas que se hacen gas.
- Respirar por la boca
Una vez que tenemos lista tabla y cuchillo, nos toca cortar la cebolla. Intente respirar por la boca mientras corta la cebolla, esto hará que el gas pase por la boca (donde no hay lagrimales) y así evitaremos las lágrimas. Si no puede y requiere ayuda, una pinza de ropa en la nariz, puede que funcione.
Hasta la próxima.