1922, de Stephen King, cuando la muerte no es impedimento.
Hay que tener cuidado con lo que se desea porque puede volverse realidad. Es el mensaje en 1922, de Stephen King, cuando la muerte no es impedimento.

1922, un buen año para la cosecha.
Aprovechando esta temporada, estamos haciendo unas cuantas notas relativas a trabajos de King que han sido adaptados al cine y que han tenido un buen impacto. Ayer iniciamos con Camina o muere (The Long Walk), filme que tuvo su estreno hace unos meses, y terminaremos en unos días con Misery, un clásico literario y de cine.
1922 se publicó como novela corta en el compilado Full Dark, No Stars (Todo oscuro, sin estrellas), en 2010. Posteriormente, con el arribo de la película, se editó de manera independiente en 2017.
Se acostumbra extraer una novela corta (llamadas novellas, en inglés) y lanzarla de manera independiente cuando hay alguna adaptación en puerta. De esa manera, los interesados pueden encontrarla buscando el título preciso y no el de la recopilación.
Tres de los cuatro relatos de Todo oscuro, sin estrellas, han sido adaptadas como películas, la que hoy es nuestro tema, además de A Good Marriage (Un buen matrimonio) y Big Driver (Furia ciega), ambas en 2014.
Un modesto filme de buena realización y grandes frases, es 1922. Su adaptación es satisfactoria, pues no se toma tantas libertades como para dejarla irreconocible de su obra base.
Un elenco reducido con interpretaciones sobresalientes es en lo que se apoya la versión del director Zak Hilditch, quien gusta del thriller en su trabajo. Fue el propio Hilditch quien hizo el guion para la coproducción de Netflix y Campfire Studios, y cuyo estreno fue el 20 de octubre de 2017.

La historia.
En 1922, el actor Thomas Jane da vida al granjero Wilfred “Wilf” Leland James, quien inicia escribiendo su confesión en el cuarto de un hotel en la fecha referida.
Wilf, más vencido que arrepentido, redacta una carta para quien la encuentre (junto con su cuerpo), en la que relata los hechos que lo han llevado a ese momento.
La ambición desmedida, uno de los males más antiguos, es lo que lleva a Wilf a tomar una mala determinación. Una muy mala.
Arlette (Molly Parker), esposa de Wilf y madre de Henry (Dylan Schmid), ha heredado un terreno de 100 acres que Wilf quiere unir a los 80 propios para expandir su granja. Según lo cree el granjero, un hombre vale por la tierra que tiene.
El problema es que la vida de granja no es para Arlette, quien desea que vendan todo para irse a vivir a la ciudad.
“La ciudad es para tontos”, afirma Wilf, secundado por Henry, quien es el reflejo vivo de su padre. Wilf persuade con facilidad a Henry para que lo apoye y tiene aún más a favor el hecho de que su hijo ha conocido a una hermosa joven, Shannon Cotterie (Kaitlyn Bernard), con quien entabla una relación sentimental.
Cuando los caminos de Wilf y Arlette bifurcan y un conflicto se avecina, la solución del granjero es deshacerse permanentemente de su esposa. Para ello, requerirá de la ayuda de su hijo quien, con tal de no perder el amor de Shann, podría estar dispuesto a cualquier cosa.
Tanto el libro como el filme ofrecen una intrigante historia que atrapa y que deja con un sentimiento de incomodidad. El final del filme difiere ligeramente del libro, mas no cambia su sentido, simplemente otorga un sentido más de ultratumba.

Las frases.
Las frases que se emplean son llamativas y del tipo que se quedan con uno aún después de terminada la película. Muchas de ellas, son expresadas o escritas por James:
“He llegado a creer que dentro de cada hombre se encuentra otro hombre… Un extraño”.
“El homicidio es pecado, el homicidio es maldición, pero el homicidio también es… Trabajo”.
“El homicidio no ocurre en los tiempos de Dios, sino del hombre”.
“Si Dios nos premia por buenas obras en la Tierra, tal vez Satán nos premia por las malas”.
“Henry tenía razón. Siempre hay otra opción, siempre la hay”.
Y una frase clave:
“Al final, a todos nos atrapan…”.
Una de las peculiaridades de las historias de “Uncle Stevie” (“el tío Stevie”), como también es conocido por sus lectores, es que nos hace caer en cuenta de que, muchas veces, lo peor no es lo ficticio sino saber de lo que es capaz un hombre común con tal de conseguir algo.
Ya sea el relato o la película de 1922 es una de nuestras recomendaciones para estos días de penumbra y en los que podemos descubrir si es cierto que dentro de todos nosotros se esconde otra persona, una que carcome nuestra alma.
Te ofrezco la nota de ayer, acerca de La larga caminata:
Y otras obras de King, adaptadas al cine. La primera de ellas fue Carrie:
El resplandor (desde la perspectiva de la película):
La secuela a El resplandor, Doctor Sueño:
Una lista de los mejores escritores de terror:
Y una lista de obras de King en el cine:







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