El streaming se ha vuelto un negocio redituable en los últimos años, pero con cambios en sus políticas o precios han puesto en debate su uso.
En los últimos años, la revolución que ha tenido la industria del entretenimiento debido a la llegada de plataformas de streaming ha cambiado la jugada sobre todo desde la pandemia, época donde las apps de streaming encontraron el auge de su negocio debido al formato que ofrecían.
Desde la llegada de Netflix, quienes fueron pioneros en esta nueva forma de consumir contenido, el mundo del entretenimiento ha cambiado rápidamente para adaptarse a nuevos formatos y a la manera en la que los usuarios ya conciben el contenido.
Pero estos cambios no todos han sido positivos, pues políticas prohibitorias como el compartir contraseñas o bloquear cuentas que no se encuentren dentro del mismo hogar ha provocado quejas en los usuarios, así como la constante alza de precios de las plataformas en diferentes partes del mundo.
Historia del streaming
Si bien el streaming es algo novedoso que se ha venido dando, la realidad es que ya había reminiscencias de este formato durante la historia del consumo del entretenimiento, teniendo su origen desde las primeras décadas del siglo XX con George Owen, quien era un General de Estados Unidos experto en telecomunicaciones que sacó algo parecido a lo que conocemos como Spotify.
Al inicio de los años 20, se comenzaban las transmisiones por radios destinadas al ámbito de entretenimiento y como poseía algunas patentes, creó un sistema de radio para emitir música mediante un aparato que recibía señales por líneas eléctricas.
Para los años 30, este invento se instaló en los elevadores de los rascacielos para tranquilizar a la gente, así nació la empresa Muzak, aunque no tuvo mucho éxito. Fue hasta los años noventas que la idea fue tomando forma, primero en 1993 mediante una red virtual llamada Mbone, que era una red de internet de alta velocidad que se utilizaba para retransmitir conferencias académicas y que después transmitió eventos como el de los Rolling Stones en el Super Bowl de 1994.
Uno de los precursores de este formato es la cadena de Blockbuster, pues si bien se dedicaban a la renta y compra de películas y series, fue la inspiración para los creadores de Netflix, quienes inclusive se acercaron a la cadena en búsqueda de inversores pero no tuvieron éxito, lo que no sabrían después es que Netflix tendría éxito y Blockbuster con el tiempo quebraría.
Primero llegó YouTube, un formato que no era de streaming propiamente pero que servía de puente entre el auge de los creadores de contenido en internet y el mundo del entretenimiento. Después, Reed Hastings y Marc Randolph presentarían una nueva manera de ver contenido, mediante la paga de una suscripción, tendrías acceso a un catálogo de películas y series.
Primero fue en formato físico, con el tiempo y la evolución del internet, este servicio llegaría 1999. Para 2007 ya se habían convertido en una plataforma de streaming, pronto innovaron con su invento, donde al principio no fue muy redituable, pues era un formato desconocido por el público. Con el tiempo eso iría cambiando hasta alcanzar 5 millones de suscriptores, mientras que Blockbuster cerró en 2014.
Otras plataformas de streaming comenzaron a hacerse presentes, sobre todo en el ámbito de la música, con la llegada de Spotify, Deezer y posteriormente Apple Music, plataforma que servía como catálogo de compra de música para los dispositivos de Apple.
Tiempo después de la llegada de Netflix y con la caída del uso de televisión por cable, otras empresas comenzaron a crear su propia plataforma de streaming, como ha sido el caso de Prime Video, Max, Disney+, Paramount+, MUBI, entre otras más.
La pandemia y el negocio del streaming
La llegada de la pandemia de COVID cambió la manera en la que el contenido era consumido, debido a que gran parte de la población se encontraban en casa, el auge de nuevas plataformas tanto en Estados Unidos como en el mundo dio origen a la diversificación de contenido, pero a la privación del mismo, pues ahora cada productora creaba su propia plataforma.
Debido al paro de producciones y la poca distribución del cine y televisión por la pandemia, este contenido encontró fuerza estrenándose de manera directa en esta plataformas. Tomemos como ejemplo The Queen’s Gambit o Bridgerton en Netflix, The Mandalorian en Disney+, o House of the Dragon en Max, fueron series que recibieron gran atención por su estreno es estas plataformas.
El estreno de películas en plataformas justo semanas después de su estreno ayudaron a que la distribución en ellas captara más público, más aún cuando la industria del cine registraba una caída exponencial durante esos años. Pero esta situación también trajo otros problemas.
Recordemos el caso de Scarlet Johansson quien demandó a Disney por no pagarle lo justo después de estrenar la cinta de Black Widow en Disney+, una incógnita que puso a pensar a los creadores, productores, guionistas, actores y trabajadores de la industria del entretenimiento, quienes se plantearon de las regalías y el pago de salarios para cuando las películas son estrenadas en plataformas de streaming.
En el caso de Max, antes conocido como HBO, se enfrentó a críticas de actores y directores, quienes se quejaron del injusto trato después de estrenar las películas en plataformas, e inclusive directores como Christopher Nolan, quien rompió su acuerdo con Warner Bros por el estreno de Tenet en Max, lo que ocasionó que decidiera hacer su próximo proyecto de la mano de Universal.
El cambio de juego de las plataformas
Con tanta competencia de plataformas, la búsqueda por innovar y captar las suscripciones del público ha provocado una guerra en las mismas, a veces con éxito y a veces a expensas de los suscriptores.
Uno de los problemas que trajo la pandemia es la voracidad con la que los grandes estudios han comiso y consumido contenido, esto debido a la compra y fusión de aplicaciones que han dado como resultado que la diversidad se vea regida solo por un puñado de empresas. Tal ha sido el caso de Disney, quienes compraron Fox en 2019 y lo incorporaron como Star, que sería parte de su servicio de streaming y que en el 2024 fusionó Star+ en una sola plataforma.
Un caso similar ha sucedido con Prime Video, quienes compraron MGM Studios en 2022 y lo han ido incorporando poco a poco dentro de su catálogo, o el caso de Warner Brothers, quienes han pasado por dificultades para mantenerse y ocasionó en la compra de Warner por parte de Discovery.
Esto ocasionó que se reformara la plataforma, desapareciera HBO Max, causara la cancelación de películas y series así como una reforma en el próximo contenido, algo que no ha mantenido a los usuarios muy contentos.
La compra masiva de estudios, así como la llegada del contenido exclusivo a estas plataformas ocasionó que en julio de 2023 se desatara una huelga de actores quienes dentro de sus quejas, se encontraba el reemplazo de actores por la IA, la falta de pagos y regulación de términos de contrato donde se especificara sobre las regalías dentro del mundo del streaming, así como la creación de nuevos acuerdos para los actores y trabajadores de esta industria que decidían trabajar en productoras con servicios de streaming.
Esto, además, ha ocasionado que plataformas más pequeñas para contenido con poca distribución como Viki, Vix, MUBI, HULU o Filmin tengan mucha mayor competencia y puedan inclusive desaparecer ante grandes de la industria.
El caso de la piratería
Debido a la masividad con la que los grandes estudios se han apropiado del contenido y la manera en la que ya existen plataformas para cada productora, el contenido gratis o sin necesidad de paga ha disminuido considerablemente, pues cada vez se encuentra más dirigido a una u otra plataforma.
Por ejemplo, en el caso de Spotify, la piratería disminuyó de manera considerable gracias a la posibilidad de escuchar música con anuncios en su plan gratuito y la facilidad con la que el contenido musical se encuentra disponible en estas plataformas.
Pero en otras ocasiones, artistas se han quejado por el poco pago que reciben, por los tratos que mantienen las disqueras o porque no están tan de acuerdo con estas plataformas, ha provocado que varios artistas no tuvieran o no tengan su catálogo completo de música, como sucedió el caso de Taylor Swift, quien se quejó del pago de artistas y retiró su música de la plataforma por mucho tiempo, o Beyoncé, quien contaba con la plataforma de su esposo TIDAL, por lo que su catálogo solo se encontraba disponible en esta plataforma por un tiempo.
Otro aspecto reciente es la incesante subida de precios en las plataformas, así como la múltiple compra de suscripciones de diferentes plataformas para tener el contenido disponible, lo que ha provocado que la piratería de nuevo encuentre camino, donde se ha encontrado que las descargas ilegales se han incrementado en un 33%.
Los anuncios y el alza de precios
Ahora las plataformas de streaming están buscando maneras para obtener ganancias de cualquier forma. Primero, plataformas como Netflix, Disney+, Spotify o más recientemente Max anunciaron medidas contra quienes compartieran contraseñas o el costro extra quienes tuvieran más perfiles fuera de la misma casa, molestia que ha causado en algunos casos la cancelación de suscriptores ante esta medida.
Plataformas como Netflix se distinguían por esta práctica, algo que inclusive la misma plataforma se jactó de este hecho, pues era algo que distinguía a los usuarios de esta plataforma.
En otros casos, la alza exponencial de los precios ha sido uno de los aspectos que más sufren los consumidores, ya que desde la pandemia, la subida de precios se ha incrementado con mayor diferencia ante su costo inicial. Por ejemplo, Disney+ manejaba un costo individual para su plataforma de Disney o Star, que incrementaba si querías las dos plataformas, ahora mantiene un costo estándar de $219 pesos mexicanos.
Otro de los aspectos que han tenido estas plataformas han sido los impuestos, donde se comentaba que existiría un costo extra por el uso de estas plataformas en el país, el cual corresponde al pago de IVA del 16% aplicado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Otro caso muy importante y que se ha estado desarrollando de manera reciente, es la aplicación de anuncios en las plataformas, pues es cada vez más común que ahora las plataformas estén aplicando este formato. Desde Netflix, pasando por Prime Video hasta Max o Viki, son plataforma que han implementado los anuncios y con un costo más elevado para quienes no deseen verlos.
Netflix tiene un costo de $99 con anuncios o estándar por $219, Prime Video mantiene un costo de $99 pesos mensuales con anuncios y $50 pesos más si deseas deshacerte de ellos, Max mantiene un plan básico con anuncios por $149 pesos o estándar por $199 pesos, Disney un precio estándar por $219 pesos mensuales, Paramount+ de $79 pesos con anuncios a estándar de $109, o plataformas como ViX o YouTube, que son gratis con anuncios o premium con $99 pesos o $139 pesos respectivamente.