Una de las secuelas más esperadas del cine fue la genial Indiana Jones y el templo de la perdición, de 1984, con la fórmula Spielberg, Lucas y Ford.
El filme era la segunda parte de Cazadores del arca perdida (el título original no mencionaba el nombre del protagonista), cuyo estrenó ocurrió en 1981, y fue un éxito taquillero en varios países del mundo.
Harrison Solo Jones.
El arqueólogo y aventurero dio otro memorable personaje al actor Harrison Ford, quien lograba posicionarse más allá del contrabandista, Han Solo, en Star Wars.
La producción de Lucasfilm, distribuida por Paramount, fue dirigida por Steven Spielberg y está basada en una historia de George Lucas.
Jones es un héroe que no es infalible y llega a depender mucho de la buena fortuna, que a menudo es presa de las circunstancias, tal como sucede en Templo de la perdición, donde se ve obligado a buscar una mística piedra, así como a liberar a los niños de una aldea que han sido secuestrados.
El estilo de la cinta es similar a su predecesora, pero en mayor escala. Y aquí es donde se lucen Spielberg y Lucas, pues los retos son mayores, tanto para el doctor Jones como para los realizadores.
Corregido y aumentado.
Indiana Jones and the Temple of Doom, cuyo estreno fue el 23 de mayo de 1984, aumenta las amenazas, las trampas y los obstáculos, así como sus famosas persecuciones, ya sea a pie o en vehículos. Aquí no son en autos ni motocicletas, sino en los carros utilizados para la trasportación de materiales extraídos de las minas, en lo que parece una montaña rusa mortal.
El misticismo inherente a estas aventuras persiste, pues si bien Indy no se ve ante un cofre imbuido con poderes sobrenaturales (como en Cazadores), sí debe sobrevivir a un maligno culto que se apoya en la magia negra. El doctor Jones tiene que evitar que le arranquen el corazón durante una ceremonia, además de anteponerse a la magia vudú.
El interés romántico en la segunda parte no es el de su antiguo amor, Marion Ravenwood (Karen Allen), sino el de una cantante que trabaja en los lugares más suntuosos de Shanghái, China. Wilhelmina “Willie” Scott (Kate Capshaw), es quien ayuda a Indiana a salir avante, además del pequeño, “Short Round”, o “Shorty” (Ke Huy Quan).
Magic Williams.
Un elemento unificador entre ambas películas (y las siguientes) es la banda sonora de John Williams, que nos lleva a lugares conocidos, con temas musicales clásicos y nuevos, que son partes fundamentales de la narrativa, en ocasiones, de manera frenética.
Williams crea todo un mundo con sus partituras y, de nuevo, como hace con Star Wars, Tiburón o Superman, se fija en la memoria del espectador de manera definitiva con los temas principales, aquellos que acompañan a los créditos o a los personajes.
Indiana Jones es un héroe singular, tal vez no tan original. Su imagen, con su característico sombrero, chamarra de cuero, pantalón marrón, revólver y morral cruzado, surge parcialmente de otros héroes de películas y literatura.
Secret of the Incas y otras influencias.
Secret of the Incas o El secreto de los incas, es un filme de 1954, dirigido por Jerry Hopper, con Charlton Heston como Harry Steele, un aventurero que investiga el paradero de una antigua reliquia inca. El filme tiene muchas similitudes con Raiders of the Lost Ark, primera entrega de Indiana.
Otros modelos para Indy, fueron James Bond, Scrooge McDuck (sí, Rico McPato), héroes pulp como Doc Savage, Allan Quatermain (del libro, Las minas del rey Salomón) y David Jones (¿qué más obvio que el mismo apellido?), interpretado por el actor Alan Ladd, en el filme de 1943, China. Este último también utiliza un atuendo parecido al de Indy.
El doctor Henry Walton “Indiana” Jones Junior, con su inconfundible látigo y fobia a las serpientes, consiguió consolidarse entre los grandes héroes de los ochenta y dio lo suficiente para la realización de otros tres filmes. El siguiente de ellos, con Sean Connery, como su padre, Henry Jones.
Como dato final, El templo de la perdición es precuela de Cazadores del arca perdida, pues la primera se sitúa en 1935 (un año antes).
Indiana Jones and the Temple of Doom, cumple 40 años de su estreno. Y me despido con un par de notas…
Cazadores del arca perdida:
Y La última cruzada: