Cada género cinematográfico tiene sus puntos altos y sus tótems. En el horror, pocos filmes hay tan importantes como La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero.
Su título original es The Night of the Living Dead y tuvo su estreno el 4 de octubre de 1968, en los Estados Unidos. Su premier fue tres días antes, en Pittsburgh, Pennsylvania, mientras que su distribución mundial se dio durante los siguientes meses o, en algunos casos, años. Recordemos que entonces no existían estrenos simultáneos como hoy en día y que las películas podían tardar años, literalmente, en llegar a otros países.
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La importancia de Night of the Living Dead, es mucha en varios aspectos. Es el filme que popularizó la versión actual de los zombies. Películas de su tipo ya existían; no obstante, los seres que aparecían estaban más basados en la cultura de origen que en el concepto actual.
La primera cinta de zombies, tiene como título, White Zombie (Zombie blanco); es de 1932 y fue dirigida por Victor Halperin, además de contar con el gran Bela Lugosi en el rol principal.
Varios años después, el horror tuvo un vuelco con La noche, de George A. Romero, quien presentó una de las mejores obras de su tipo. El argumento es sencillo y la realización, sorprendente.
Dos hermanos, Barbra y Johnny, visitan un cementerio para dejar flores en la tumba de su padre cuando se les acerca una figura misteriosa. El hombre, de aspecto cadavérico y de traje negro, ataca a Johnny, mordiéndolo, mientras que Barbra logra escapar en su vehículo hasta que este choca contra un árbol. La joven corre y encuentra refugio en lo que parece una casa abandonada.
Barbra intenta comunicarse, más el teléfono no funciona. La cabaña, en medio del bosque, es mal lugar para encontrar ayuda. Al poco tiempo, llegan más seres de comportamiento similar al primero que, después se sabe, buscan matar y comer a sus víctimas.
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Poco más tarde, la joven es rescatada por Ben, otro joven que llega a la casa. Al ver a la mujer en shock, decide protegerla en lo que llega la ayuda. Más tarde descubren que hay más gente oculta en la morada, refugiadas en el sótano; se trata de un matrimonio y su enferma hija, además de una pareja de novios.
Las siete personas tienen que ayudarse si es que desean vivir para contar la experiencia. La pregunta es, ¿están dispuestos a hacer sus diferencias de lado para conseguirlo? ¿O prefieren morir antes de dejar sus convicciones e intereses particulares?
La producción significa el debut de Romero como director de un largometraje y la primera de la compañía que cofundó con su amigo, Russell Streiner, que para entonces fue denominada como Image Ten.
Streiner coproduce con Karl Hardman, mientras que Romero coescribe -con John Russo-, dirige, fotografía y edita. Desgraciadamente, una falla en la acreditación de los derechos del filme provocó que este cayera en el dominio público. Por lo tanto, existen muchas revisiones y reediciones, pero la original continúa siendo la mejor.
Cabe hacer notar que, en ningún momento del filme se menciona el apelativo de “zombie” y generalmente son referidos como “ghouls”, que podría traducirse como “monstruo”, “demonio”, espectro” o “necrófago”, siendo esta última una acepción más adecuada.
La noche de los muertos vivientes, establece varias características que se han utilizado –y explotado- desde ese momento, tales como el comportamiento de los monstruos, aunque aquí muestran cierto grado de inteligencia, pues se valen de herramientas como piedras para atacar a sus presas.
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El fuego es un elemento que ahuyenta a los seres devoradores de humanos y estos pueden ser eliminados al detener el funcionamiento del cerebro, ya sea por medio de un golpe de un objeto contundente o un disparo en el cráneo.
Otras características del filme que son más sutiles y han sido replicadas, por ejemplo, en The Walking Dead, es que la historia no solo se centra en el ataque de los monstruos, ya que gran parte de la cinta ocurre dentro de la cabaña. Las relaciones entre los sobrevivientes y sus diferencias, son puntos principales. Romero acierta, pues sabemos que aún en las crisis más grandes, existen pugnas por el poder.
The Night of the Living Dead, fue realizado en blanco y negro, cuenta con excepcionales actuaciones y con la primera zombie menor de edad en la historia del cine. Son los actores quienes logran mantener el interés del espectador y el suspenso.
La interpretación de Duane Jones como Ben, el protagonista, es digna de reconocimiento; se trata de uno de los primeros actores principales de origen afroamericano, algo no usual en esos años.
Judith O´Dea es Barbra; (el coproductor de la película) Karl Hardman, interpreta a Harry Cooper; Marilyn Eastman, es su esposa, Helen, y Kyra Schon, es la hija de ambos, Karen; Keith Wayne es Tom y Judith Riley, su novia, Judy.
El actor, Bill Hinzman, da “vida” al primer ghoul (o zombie) del cine en la era moderna.
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El ritmo de la película es un logro, pues no decae pese a los momentos relativamente tranquilos. Por ejemplo, cuando Ben pasa algunos minutos tapiando las ventanas y puertas de la casa, los espectadores lo vemos al mismo tiempo que escuchamos la transmisión de radio que nos brinda toda la información acerca del fenómeno. Es una manera efectiva de proveernos de datos necesarios sin mostrar lo que sucede en otros lugares.
En el filme, la radio nos relata cómo la situación se replica por todo Estados Unidos y nos habla acerca del pánico colectivo, de las acciones del gobierno y de la movilización militar. Al hacerlo de esta manera, es nuestra imaginación la que llena los espacios en blanco y la producción evita gastar un presupuesto que seguramente no tenía.
La película nos ofrece una explicación seudocientífica y creíble (sobre todo en su tiempo), acerca del origen de la crisis. Las masacres simultáneas, que van aumentando desproporcionadamente por todo el país, se deben al derribamiento por parte de la milicia de una sonda dirigida a Venus. La acción libera la radiación contenida en el artefacto.
La radiación crea mutaciones en los cadáveres y reanima sus cerebros, aunque los cuerpos estén descompuestos. Es necesario detener la actividad cerebral para que la creatura muera de nuevo y de manera definitiva. Mientras tanto, los necrófagos buscarán alimentarse de seres vivos, sobre todo humanos.
En los cincuentas y sesentas, la radioactividad era –y sigue siendo- motivo de preocupación. Se consideraba uno de los grandes miedos de ese tiempo, pues se creía que la latente Guerra Fría podía estallar en cualquier momento, desatando la destrucción nuclear de todo el planeta.
La noche de los muertos vivientes, tuvo un remake (nueva versión), en el año de 1990, escrito por el propio Romero. La dirección corrió a cargo de Tom Savini, uno de sus colaboradores frecuentes.
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Night of the Living Dead, cumple 55 años de su estreno.
Ahora te ofrezco otras sagas de zombies, como The Walking Dead:
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Y Zombieland: Tiro de gracia: