“Eres imperfecta. Y yo también. Todos los humanos son imperfectos”. En esa frase se puede resumir la bella película, Mary y Max, de 2009.
“Todos los humanos son imperfectos”.
La frase completa es como sigue y la trascribo como es, debido a su importancia en el mensaje y en el concepto mismo de la cinta animada…
“La razón por la cual te perdono, es porque no eres perfecta. Eres imperfecta. Y yo también. Todos los humanos son imperfectos. Hasta el hombre fuera de mi departamento que tira basura. Cuando era joven, quería ser cualquier otra persona… menos yo”.
Y continúa… “El doctor Bernard Hazelhof dijo que, si estuviera en una isla desierta, entonces tendría que acostumbrarme a mi propia compañía. Solo yo… y los cocos”.
El breve monólogo es emitido por Max en un momento crucial del filme, mas no entraré en detalles para no echársela a perder a aquellos que no la han visto. Dicho esto, regresemos un poco.
Mary and Max es una animación en stop-motion, de origen australiano, con una bella historia acerca de amistad imperfecta, pero muy pura. Después de todo… “todos los humanos son imperfectos”.
Mary Daisy Dinkle.
Una rápida acotación, el stop-motion (o animación en volumen), es un estilo de película (o corto) animada, que se realiza por medio de miniaturas, generalmente hechas de plastilina o materiales de densidad similar. Se toma un fotograma de las figuras (que son los actores) para después, mover ligeramente las mismas figuras y tomar otra fotografía. La sucesión de los miles de fotografías tomadas, crea una película.
Mary Daisy Dinkle es una niña de 8 años que vive en Lamington Drive, Mount Waverly, Australia. No tiene amigos y se burlan de ella por las consecuencias de tener una madre alcohólica, un padre ausente y los recursos justos para sobrevivir.
Nuestra protagonista, Mary Daisy Dinkle, no es lo que se considera (social y injustamente) una belleza y tiene un lunar en la frente que también es motivo de humillaciones. Sus ojos, según nos son descritos, son del color de charcos lodosos.
El anillo del humor es una de las pertenencias de la pequeña y lo usa para saber lo que está sintiendo. También construye sus propios juguetes con despojos que encuentra, incluyendo huesos de pollo.
Max Jerry Horowitz.
Por su parte, Max Jerry Horowitz, es un neoyorquino de 44 años, judío no practicante (de hecho, ateo), de 1.92 metros de altura y 160 kilos de peso. Max Jerry Horowitz, nunca ha tenido un amigo (que no sea imaginario).
Max Jerry Horowitz tiene problemas para descifrar las emociones de las personas y para comprender sus comportamientos. Eso le ha llevado al aislamiento social, acude regularmente a reuniones en un grupo de comedores compulsivos y le gusta el orden en su vida. Más tarde, su condición es diagnosticada como Síndrome de Asperger.
Nuestro coprotagonista, Max Jerry Horowitz, gusta de crear sus propias recetas culinarias, tales como el hot dog de chocolate. Por otro lado, sufre de constantes ataques de ansiedad que, en los momentos más críticos, pueden llevarlo a ser internado temporalmente.
Tanto Mary Daisy Dinkle como Max Jerry Horowitz, comparten el deseo de tener un amigo. ¡Ah! Y los dos son asiduos a la caricatura, The Noblets. También gustan del chocolate.
“Me gustaría estar a cargo de todo el chocolate”.
Un día, Mary Daisy Dinkle entabla una charla por medio de cartas con Max Jerry Horowitz, creando una duradera amistad. Ambos intentan comprender cómo funciona el mundo y si tienen un lugar en él.
Mary y Max no es una animación convencional y, tal vez, no una dirigida a los niños. Es una alegoría de la vida y sus relaciones, de la fractura familiar, de las dependencias, del aislamiento y de la depresión. La historia es relativamente sencilla, mas su complejidad temática puede requerir de verla más de una vez.
Dicho lo anterior, Mary y Max en una hermosa historia que tiene algo para cada uno de nosotros.
La producción, además de memorables diálogos y frases, cuenta con elementos que se antojan para desmenuzar, tales como el diseño de producción y la meticulosidad de sus elementos, que van desde los personajes hasta los cientos de artículos de utilería.
Por otro lado, el humor negro, la ironía y la escatología son cosas que se hacen notar, además, claro, de la actuación vocal.
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“M…”.
El tono del filme no es el cotidiano, tiende a lo poco optimista y a lo brutalmente franco; asimismo, sus paletas de colores son apagadas, de tonos cafés y ocres, a veces en blanco y negro con algunos detalles salpicados de colores más vivos, como el rojo o amarillo.
La fotografía es de Gerald Thompson, mientras que el diseño, la historia y dirección, de Adam Elliot.
Debido a que Mary and Max se desarrolla en el lapso de varios años, a partir de 1976, Mary Daisy Dinkle es interpretada por dos actrices, Bethany Whitmore cuando es niña y por Toni Collete, cuando ha crecido.
El inolvidable Philip Seymour Hoffman, da vida a Max Jerry Horowitz y Eric Bana, a Damien Popodoupoulos, el joven vecino de Mary Daisy Dinkle. Además, la cinta tiene el apoyo de un narrador, Barry Humphries, quien entrega un estupendo trabajo que nos sumerge en la historia desde los primeros segundos.
“Que sera… sera”.
El filme tiene otro buen elemento en la bella banda sonora creada por Dale Cornelius, además de contar con otras piezas conocidas; por ejemplo, una versión instrumental de “That´s Life”, famosa en la versión de Sinatra o “Que sera, sera”, popular por la versión de Doris Day, pero en esta ocasión, escuchamos la versión de Pink Martini.
Tomando el concepto de la película como una vida en sí, no importa lo que ocurra al final, sino lo que hay en el transcurso. Y cuando en el camino, dos almas perdidas se encuentran, todo habrá valido la pena.
Mary and Max se estrenó el 9 de abril de 2009 en Australia por lo que, en 2024, cumple 15 años.
A continuación, te presento la liga para otra nota acerca de un filme muy conocido, hecho con la técnica del stop-motion, Frankenweenie, de Tim Burton:
Y un álbum del grupo al cual mencionamos, Pink Martini:
