Pocas personas conocen tan bien a héroe de Hell’s Kitchen como Frank Miller. Hace algunos años, el escritor y dibujante hizo una interesante propuesta, Daredevil: The Man Without Fear.
Miller no solo dio un vuelco al comic de Daredevil, podría decirse que también ayudó a revolucionar el medio del comic en Estados Unidos, incrustando influencias del manga y el cine japonés.
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El autor dio una profundidad al héroe ciego, quien no había tenido un gran desarrollo. Miller creó personajes como Stick y Elektra, a la organización terrorista llamada The Hand y profundizó en el origen de Matt Murdock, desde su niñez hasta sus días estudiando leyes y entrenando.
Miller deseaba crear aún más capas en el pasado de Matt, revisar un poco sus difíciles vivencias, como crecer sin dinero, sin su madre, perder la vista y a su padre. El creativo estaba un tanto adelantado a su tiempo, por lo que pensó en crear una propuesta para cine con del héroe carmesí. Ese proyecto se transformó en Man Without Fear (El hombre sin miedo).
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El comic funcionaría como storyboard, para que en algún momento se pudiera adaptar a la pantalla grande.
Los storyboards son los dibujos preliminares en secuencia y con lo que se basan para rodar una película; tradicionalmente han sido dibujados a mano. El storyboard tiene la finalidad de concretar la visión de la producción y el flujo de la historia para preparar escenarios, actores y demás elementos.
Teniendo el cine en mente y que, en 1993 eran prácticamente inexistentes las películas de superhéroes (sobre todo las de Marvel), Frank Miller se enfocó en el camino de Matt hasta la creación de su alter ego. Dicho esto, Daredevil no aparece sino hasta el final. Esto no es un spoiler, sino un aviso para aquellos que quieran leer la historia por vez primera y esperen ver al héroe desde las primeras páginas.
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El valor de Man Without Fear, es otro, en pocas palabras, es uno de los mejores relatos de Daredevil que podemos encontrar.
El plan original era el de un especial en formato de prestigio con 64 páginas; sin embargo, esta se expandió hasta llegar a ser una miniserie de 5 partes, con casi el triple de páginas. La producción también demoró, de un par de meses a casi dos años.
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El arte no fue hecho por Miller. El escritor recurrió a John Romita Junior, quien en ese momento dibujaba Uncanny X-Men. El artista pidió licencia para el proyecto. Romita es uno de los mejores narradores de comics que hay en la industria estadounidense, por lo que era ideal para contar una historia cotidiana, sin elementos demasiado fantásticos.
Además, Romita ya había tenido una larga temporada ilustrando el comic mensual de Daredevil, con la escritora Ann nocenti.
Las tintas fueron realizadas por una leyenda en el medio, Al Williamson, dibujante que comenzó su carrera en la Era de Oro y un entintador extraordinario. Williamson había trabajado con Romita en Daredevil y le había ayudado a pulir ciertos aspectos de su trabajo.
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Man Without Fear cuenta, la niñez de Matt con su padre, el boxeador Mike “Battling” Murdock y cómo es su rol a seguir. La tragedia se interpone y cambia la vida de Matt.
Un accidente deja al niño sin vista, pero con todos sus demás sentidos aumentados.
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También vemos a Murdock en su paso por la escuela de leyes y de cuando conoce a dos personas determinantes en su vida, Franklin “Foggy” Nelson y Elektra Natchios. La última lo hará encontrar un lado desconocido (y sombrío) de su ser.
Esta historia tampoco es para niños pequeños por su nivel de violencia. Sin embargo, un viaje muy interesante es Daredevil: Man Without Fear, cuyo primer número fue publicado el 24 de agosto de 1993, por lo que cumple 30 años.
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Ahora te presento otra gran historia de Daredevil, Born Again (Nacer de nuevo, sobre la cual estará basada la próxima serie de Marvel con el regreso de Charlie Cox y Vincent D’Onofrio):
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Un resumen de la etapa de Nocenti, Romita Jr. y Williamson:
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Y uno de sus encuentros más feroces contra Kingpin, por Miller:
