Lo más seguro es que te hayas topado en algún punto de la vida con el trabajo de Jack Kirby. Si no fue directamente en los comics, entonces por medio de alguna serie de televisión, animación, videojuego o de alguna película. Kirby fue uno de los creativos más importantes en la industria y difícilmente se entendería el comic sin su presencia. En las últimas etapas de su vida laboral, el artista buscaba otro tipo de influencias para sus creaciones. Fue así como en 1977 llegó Demon, de Jack Kirby.
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Tal vez este comic sea una de sus ideas más extrañas y de alguna manera lo hizo funcionar al interior del mundo de los superhéroes de DC. The Demon tiene sus raíces en la mitología, de la que Kirby era seguidor desde niño. En esa ocasión, las historias de antaño de la antigua Inglaterra, del medioevo de Merlin.
La fértil mente de Kirby nos dio versiones populares (y más ligeras) de los héroes nórdicos en Thor. Cuando terminó de trabajar con ese comic y regresó a DC, creó el concepto de los “Nuevos Dioses” (The New Gods). Las nuevas deidades eran continuaciones de aquellos de Marvel, creados a partir del Ragnarok.
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Por desgracia, estos innovadores comics fueron cancelados como parte de un boicot y Kirby, de regreso en Marvel, generó su propia respuesta a los New Gods: The Eternals, otra especie de deidades, no nuevos, sino unos que se habían escondido parcialmente de la civilización humana, dando pie al concepto de las distintas mitologías, como la griega, romana, inca o sumeria.
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Una de las últimas obras de Kirby, Captain Victory (editado para la compañía independiente Pacific Comics), es una continuación no oficial a los New Gods.
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Las leyendas británicas han dado origen a algunas de las más grandes historias que siguen siendo famosas al día de hoy. Cuentos fantásticos creados a partir de hechos reales o de creencias antiguas.
Por muy desencajado que pueda parecer el concepto de un demonio deambulando por las páginas de DC, funciona, así como otros conceptos poco comunes de ese tiempo, tales como el futurista último humano, Kamandi o el apocalíptico Omac, ambos de Kirby. Estos títulos, precisamente, fueron sustitutos creados por Jack para llenar los huecos dejados por sus comics de los Nuevos Dioses y el Cuarto Mundo.
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Demon #1 llegó a los puestos de periódicos el 22 de junio de 1972. Por desgracia, sólo llegó a la edición número 16, finalizando definitivamente el 23 de octubre de 1973. El concepto tuvo origen en el deseo de DC comics por expandir su línea de comics, abarcando el género de horror, que volvía a tener demanda. Se le pidió a Jack crear un título en este género, pese a que no era de su predilección.
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Al día de hoy, Etrigan El Demonio, sigue siendo utilizado por DC Comics y sus distintas vertientes.
Demon es víctima de sus circunstancias, es un demonio del infierno que pelea contra su propia naturaleza y se alía con las fuerzas del bien. En una multitud de ocasiones, se ha aliado con seres como Batman, Superman, Wonder Woman y otros bienhechores.
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Otra inspiración para Etrigan parte de las tiras de los periódicos, en específico la de Prince Valiant (El Príncipe Valiente), una de los strips más famosos en la historia, creado por Hal Foster.
El mago Merlin, quien lucha contra las huestes de Morgaine Le Fey, conjura a Etrigan. Cuando la caída de Camelot es inminente, Merlin otorga al demonio el pedazo de uno de sus libros y le pide que lo guarde mientras se encuentre en la Tierra. Etrigan acepta y abandona el lugar; sin embargo, pierde la memoria y toma forma humana.
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El demonio, sin saberlo, toma la identidad de Jason Blood, antiguo caballero de Camelot y el Rey Arthur y quien, en el siglo XX, es demonólogo. Blood mantiene el pedazo de libro en su posesión, creyendo que ha pasado de generación en generación en su familia.
Poco después de ser atacado por Le Fey, Blood se transforma de nuevo en Etrigan. El demonio es medio hermano de Merlin, quien le ha conferido la inmortalidad terrestre hasta que sea requerido de nuevo.
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El comic tiene un poco de horror, mucho de fantasía y ciencia ficción y superhéroes; es escrito, editado y dibujado por Kikby, ayudado por Mike Royer, quien llegaría a ser uno de sus colaboradores más cercanos y uno de los más fieles en el traslado de lápices a tinta. Además de entintar, Royer era el letrista del comic y ayudaba en la producción del mismo.
Otra obra recomendable de Jacob Kurtzberg -mejor conocido como Jack Kirby-, es Demon, que cumple 50 años.
