Se ha ido ganado su propio lugar dentro del universo de comics de DC. Es Selina Kyle, un personaje tan antiguo como los más antiguos de la editorial. Debutó en 1940 dentro de las páginas de Batman #1, tan solo un año después que El hombre murciélago y en el mismo comic que The Joker. Para 2002, Catwoman había tenido un buen regreso en su propio título por lo que se preparó un especial donde pudimos ser testigos de “El gran golpe de Catwoman”.
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El comic de Catwoman regresó con buenas críticas, gracias al escritor Ed Brubaker y al dibujante (y también escritor) Darwyn Cooke. El título se alejaba un poco del género de superhéroes para incursionar en el terreno noir, como las grandes películas de detectives en blanco y negro de los años ‘40s. Las características de Selina Kyle se prestan a la perfección para dichos ambientes.
Su comic no recurría a Batman, que era usado ocasionalmente, mientras que el propio mundo de Kyle se expandía con otros personajes. Aquí te dejo una nota donde hablamos de ese volumen:
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El dibujante Darwyn Cooke, quien era amante del mundo noir solo estuvo durante los primeros episodios de la nueva etapa de Catwoman, tanto en su relanzamiento en Detective Comics, como en los cuatro números iniciales de la nueva serie.
Selina operaba a nivel de calle; el uniforme morado de gato había quedado en el pasado. Para ayudar a establecerla, Darwyn Cooke se dio a la tarea de hacer un relato que justificaba el nuevo estado de Catwoman, poco antes de su resurgimiento y que funge como puente con su nueva revista.
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Catwoman: Selina’s Big Score, se publicó el 31 de julio de 2002 en un formato de prestigio de pasta dura y, al año siguiente, como pasta blanda. Cooke escribe, dibuja, entinta y rotula, mientras que Matt Hollingsworth hace un bello trabajo con los colores.
El especial de 84 páginas (y varios pinups o minipósters) habla acerca de cómo, para poder regresar a Gotham, Selina necesita capitalizarse, pues ha perdido todo su dinero. Y como no piensa en pequeña escala, descubre lo que puede ser el golpe de su vida. Sin embargo, no es fácil de llevar a cabo.
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El problema es que a quien Selina debe estafar es a uno de los más grandes criminales de la ciudad, Carmine Falcone. Un tren lleno de dinero en efectivo de operaciones del mafioso está por llegar a la ciudad.
Para poder realizar la operación, Kyle debe recurrir a un antiguo socio, uno de los mejores ladrones, Stark, quien también fue su mentor y algo más.
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A Selina se le cree muerta, lo cual representa una ventaja, más debe ser cuidadosa si quiere mantener un bajo perfil y no terminar como se le cree.
Además de Stark, la ladrona debe armar un equipo de profesionales para llevar a cabo su objetivo. ¿Será suficiente? Por si fuera poco, las cosas se complicarán con la llegada de otra figura en la vida de Selina, Slam Bradley.
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Darwyn Cooke era un estupendo narrador, conocedor de los medios artísticos, lo que le permitía crear mundos intrigantes. Esto se percibe en Selina’s Big Score y otras de sus obras, como DC The New Frontier o las adaptaciones de Parker y otros más.
Catwoman: Selina’s Big Score, que funge como nexo para el segundo volumen del comic de Catwoman (ambos recomendables), cumple 20 años de su publicación.