Entre los comics que se consideran piedras angulares de la industria de Estados Unidos, encontramos uno que fue publicado hace 50 años: La venganza de Joker, en Batman #251, pieza importante para DC.
“La venganza de cinco vías de Joker” (“The Joker’s Five-Way Revenge”) fue escrito por Denny O’Neil con arte de Neal Adamas. Como sabemos, este equipo creativo es uno de los más relevantes en la historia del comic. No solo renovaron a Batman, también lo hicieron con Green Arrow, Green Lantern y Black Canary, entre otros.
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La pareja creativa se distinguió por el realismo con que abordaban los temas en sus relatos, tales como el abuso de sustancias en Green Lantern y la desigualdad social, además de crear al primer Lantern afroamericano, John Stewart. El estilo de arte de Adams era perfecto para estas situaciones. Los guiones aterrizados y naturales, el fuerte de O’Neil.
El tiempo llegó en que ingresaron al comic de Batman, pero no de manera permanente, pues no eran el equipo creativo oficial, sino que hacían números de manera esporádica. Aun así, crearon personajes importantes, como Ra’s al Ghul, su hija, Talia y su secta, conocida como The League of Shadows.
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En “The Joker’s Five-Way Revenge”, el villano por excelencia de Batman (y de los comics), regresa a su esencia como asesino serial en un giro de timón contrastado con el payaso simplón y bobo con trampas elaboradas que no representaban riesgo alguno que se había presentado durante los últimos años.
La versión más conocida de Joker, hasta ese momento, era la del programa de televisión protagonizada por Adam West y en la que el actor, Cesar Romero, daba vida al “comodín del crimen”. Si bien el programa sirvió para popularizar a los personajes de las historietas de DC, también hizo daño al perpetuar la imagen del comic como un medio sin mucho fondo, soso e iletrado.
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El programa televisivo de Batman no tenía toda la culpa, ya que el comic se había degradado ideológicamente desde la década de los cincuenta, cuando se decretó que era un medio que promovía la homosexualidad y “otros males”, como la delincuencia. Como resultado, se prohibió la expresión de diversos temas para “proteger” a los niños, “únicos” consumidores de los comics.
Diversos héroes se enfrentaron a un fuerte cambio de tono e incluso compañías de comics se fueron a pique. Las historias se volvieron demasiado simples e ilógicas.
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Con el tiempo se relajaron las medidas. Esto dio paso a la propuesta de O’Neil y Adams para su versión de The Joker. El villano había dejado de aparecer regularmente en las revistas; su última aparición se registró en Justice League of America, #77, del 28 de octubre de 1969.
En Batman #251, del 21 de junio de 1973, la atmósfera es similar a la de una película noir, aprovechando la lluvia y el paisaje nocturno. Desde ese instante, sabemos que nuestra historia será distinta a las previas.
Dos noctámbulas figuras, las de James Gordon y Batman, revisan el cuerpo inerte de una víctima mortal. El modus operandi es obvio, una risa clavada en el rostro y un naipe oculto entre sus ropas. The Joker ha vuelto.
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El comportamiento caótico de Joker en este relato lo pinta como un sociópata homicida; en contraste, su único lazo afectivo es hacia Batman, pues comete asesinatos -aparentemente- para llamar su atención. Quiere enfrentarlo y castigarlo, que muera sabiendo que fue Joker quien así lo deseó.
Otro de los puntos rescatables de este número, es que Batman no es el ser perfecto que no comete errores y que “tiene un plan para todo”; en ocasiones, se le ve derrotado y erra al confiarse demasiado; esto se lo recrimina y lo subsana. Esa concepción del héroe, del humano que se sobrepone a sus errores y limitaciones, es más real y atractiva que aquella que lo hace capaz de derrotar a semidioses. Batman es un detective, es un hombre de carne y hueso que busca justicia real.
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Al final de la historia, Batman debe rescatar a una víctima en un acuario. Dentro se encuentra un tiburón.
“¿Por qué elegir a un tiburón como instrumento de tu venganza?”, pregunta Batman.
Joker responde, “¡Observa! ¡Nos parecemos!”.
Obviamente, el desquiciado criminal se refiere al parecido físico, mientras que el tiburón muestra las hileras de dientes. Sin embargo, su parecido va más allá, Joker es un cazador, un carnicero asesino.
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Además de la icónica portada, la página 21 de este comic es una de las más famosas en la historia, mientras que la pose de Batman, una de las más imitadas.
Batman #251, cumple 50 años de haber sido publicado.
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Te ofrezco un par de notas de O’Neil y Adams. La primera, es su ingreso a Green Lantern y la inclusión de Green Arrow y Black Canary:
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La segunda, la creación de John Stewart, otro de los Lanterns:
