No todo es sombrío con Alan Moore. En realidad, esta es una noción desarrollada por algunos de sus trabajos más populares, como Watchmen, Swamp Thing o League of Extraordinary Gentleman. Seguro, el británico también sabe escribir horror y gore, pero no es su única especialidad.
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Durante su carrera, el escritor ha abordado una gran cantidad de géneros, como la ciencia ficción y hasta los cuentos de hadas (con una versión algo subida de tono en algunas de ellas), pero antes que todo eso Moore es un fan, fue un seguidor de los comics durante su juventud y eso lo marcó para buscar hacer una carrera en el medio. Para mala fortuna -de él y de miles de sus seguidores-, a Moore se le ha tratado muy mal corporativamente hablando, por lo que decidió alejarse del medio comercial estadounidense. Incluso se dijo hace un par de años que habría de retirarse, más esta aseveración no ha sido del todo cierta.
Grandes trabajos de Alan Moore se han presentado con personajes clásicos, tanto de la literatura vitoriana como de los superhéroes. Y aunque no trabajó demasiado con Superman (o el resto del Universo DC), sí estuvo a cargo de una de las historias más importantes del último hijo de Krypton.
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Superman debutó en 1938, iniciando con él la era de los superhéroes. 50 años después, DC hizo un relanzamiento de su línea y personajes a través de la miniserie de 12 números, Crisis on Infinite Earths. Al final, su universo comienza de nuevo.
John Byrne estaría a cargo de narrar las nuevas aventuras de Superman, con su nuevo origen y ajustes. Esto significaba, también, dar un fin a todo lo previo. El editor Julius Schwartz terminaría su trabajo con los títulos de Superman y Action Comics, así como el dibujante Curt Swan, considerado como el ilustrador definitivo de Superman para varias generaciones de lectores con más de 30 años dibujándolo. Swan es el artista más importante de Superman, sólo después de su cocreador, Joe Shuster.
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Schwartz decidió que haría de sus últimos dos números con Superman una versión del final del héroe, respondiendo varias incógnitas surgidas durante los años. Seguramente a los lectores les gustaría saber qué habría pasado con Superman en el futuro, si Lois habría descubierto su identidad, si se habrían casado y otras más.
Ahora necesitaba un escritor. Desayunando con Moore, Julius le planteó su dilema. El británico se levantó, lo tomo del cuello y le dijo que lo mataría si dejaba que alguien más escribiera esa historia. Claro, a manera de broma… Casi.
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Así que antes del relanzamiento en 1986 del Universo DC, Schwartz y Moore dieron final a la historia de 50 años de Superman como si sus revistas hubieran sido descontinuadas. Después de todo, una versión distinta a la de 1938 comenzaría al mes siguiente.
La historia llevó el título de “¿Qué sucedió con el hombre del mañana?” (Whatever Happened to the Man of Tomorrow?). Se publicó en dos partes dentro de las dos revistas que tenían a Superman como protagonista: Superman #423 (publicado el 12 de junio de 1986) y Action Comics #583 (del 26 de junio de 1986), ambos tenían fecha de portada de septiembre.
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Se planeó que el comic titulado Superman, que tuvo su inicio en 1940, cambiaría de nombre a Adventures of Superman, mientras que se lanzaría un volumen nuevo para la nueva versión del héroe a manos de John Byrne. Por su lado, Action Comics continuaría con su numeración normal.
La historia situada en el futuro tiene un inicio fuera de lo común, pues de entrada nos enteramos que Superman ha muerto por medio de una entrevista que realiza un reportero del Daily Planet a Lois Lane, ahora Lois Elliot, según su apellido de casada. No sólo eso, tiene esposo e hijo. Con esta fuerte revelación inicia la última historia del Superman original, que dio origen a la Era de Oro del comic y a toda una industria. Pero no te preocupes, que todo sale bien al final. Superman se retira y cambia su nombre por el de Jordi Elliot, para vivir junto a Lois y su hijo, Jonathan.
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Whatever Happened to the Man of Tomorrow? Es una carta de amor al personaje, al medio y a su historia. Alan Moore y Curt Swan entregan un bello relato en narración y arte, con la ingenuidad y capacidad de asombro que sólo tiene un niño y que los adultos perdemos durante el camino. A final de cuentas, así es el mundo de los comics, mantiene y el asombro y la imaginación. Es la fertilidad de la mente que nos recuerda constantemente que todos somos -si lo queremos-, “mujeres y hombres del mañana”.
En 2021 se cumplen 35 años de su publicación.
