The Fantastic Four ha contado con grandes temporadas de equipos creativos, algunos de los cuales pasan a ser recordados y después, puestos como ejemplos. A la vez, el primer comic de Marvel también ha tenido que pasar por algunos baches, lo cual ayuda a resaltar los buenos períodos. Uno de los más reconocidos fue el que resultó de la unión entre Waid y Wieringo en Fantastic Four.
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Aún hoy en día, la gente que entra a trabajar a la publicación tiende a ser comparada con sus creadores, Jack Kirby y Stan Lee, quienes tuvieron una temporada récord de 102 comics consecutivos (con otro publicado algunos meses después), además de 6 especiales anuales, en el lapso de agosto de 1961 a junio de 1970.
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Esa etapa, a su vez, ha influenciado a generaciones de creadores de comic por todo el mundo, por lo que varios de ellos consideran todo un privilegio el hecho de poder participar en la legendaria publicación. Como el caso del escritor Mark Waid y el dibujante Mike Wieringo.
El comic había sido relanzado recientemente después de la era Heroes Reborn (Héroes Renacen –o renacidos-). Aquí te cuento al respecto:
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En 1998, cuatro de los comics principales de Marvel iniciaban de nuevo bajo el sello de Heroes Return (Héroes Regresan): Iron Man, Captain America, Avengers y Fantastic Four. Los últimos habían prometido una temporada con el equipo del escritor Scott Lobdell y el artista Alan Davis, mas esta terminó apenas con el tercer número.
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A partir del cuarto número del nuevo volumen de Fantastic Four, y hasta el 32, Chris Claremont y Salvador Larroca tomaron el mando. Este mismo equipo después trabajaría en X-Treme X-Men.
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El dibujante español Carlos Pacheco, con los escritores Jeph Loeb y Rafael Marín, generaron la era posterior, misma que culminó en Fantastic Four #50 (habiendo comenzado en el #35).
Tres números antes (Fantastic Four #47), la editora Bobbie Chase cedió su lugar a Tom Brevoort, quien era un enorme admirador de la revista desde su juventud y quien había “apartado” su lugar en cuanto esta estuviera disponible.
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Según cuenta Brevoort en su blog (tombrevoort.com), con el cambio múltiple al interior de la revista, ofreció la silla de artista a Mike Wieringo, quien trabajaba en Adventures of Superman de DC Comics y quien ya no estaba a gusto con la dirección del título.
Wieringo se mostró renuente a aceptar la oferta de ilustrar Fantastic Four, pues sentía que no estaba a la altura de la era Kirby. Brevoort le recordó que, cuando ilustró The Flash para DC, Wieringo había marcado un estilo; por ejemplo, creó la ahora famosa estela que deja Flash al correr. Los dibujantes que le han sucedido deseaban emular su manera de dibujar. Como lo había hecho con The Flash, podía dejar huella en el comic de Marvel.
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El siguiente paso fue convencer al escritor Mark Waid, quien había trabajado con Wieringo en The Flash, considerada una de las grandes épocas del héroe escarlata. Waid, pese a ser uno de los conocedores de Marvel y DC, no era tan fanático de Fantastic Four. El argumentista trabajaba en ese entonces en la ahora difunta editorial Crossgen y tampoco estaba a gusto con su situación. Brevoort lo convenció de ingresar.
Para poder alinear los tiempos, tres equipos creativos emergentes se encargaron del comic con historias cortas: Rafael Marín y Mark Bagley (con portadas de Wieringo), Karl Kesel y Stuart Immonen y, finalmente, Adam Warren con Keron Grant.
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Por fin, el 28 de agosto de 2002, Waid y Wieringo iniciaron con Fantastic Four #60, una historia auto contenida diseñada para los nuevos lectores. En esta se explora rápidamente, pero con profundidad, a los cuatro fundadores de Marvel.
Meses antes, DC Comics había lanzado dos comics, uno de Superman y otro de Batman, con un precio de 10 centavos de dólar, a manera de especiales introductorios. El precio era una ganga y los que costaban los primeros comics de DC, más de 50 años antes.
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Brevoort decidió lanzar su comic a un precio menor, de tan solo 9 centavos de dólar, convirtiéndolo en un récord. A la vez, era una pesadilla de producción y, como los especiales de DC, no pretendía recuperar costos de producción, sino que eran pensados como artículos de promoción con pérdidas aceptables.
El dueto se mantuvo en el comic -de manera no consecutiva- hasta el número 524, del 30 de marzo de 2005 (un total de 23 comics). En ese lapso, hicieron una reconstrucción y dieron un nuevo enfoque, centrado en la figura de Reed Richards, que se mantiene hasta la actualidad.
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Fantastic Four recuperó su numeración original después del número 70, que correspondería al número 500, de no haber sido renumerado años antes. Desde el 71, Fantastic Four revirtió al 500.
La era de Waid y Wieringo fue del #60 al #64, del #67 al #70, el #500, del #509 al #513 y del #517 al #524. Mark Waid escribió todos los números, aunque no fueran ilustrados por Wieringo.
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Con sentido clásico y a la vez novedoso, la dupla escudriñó aquellos elementos que hacían de Fantastic Four un concepto relevante y uno de los pilares de Marvel. Tuvieron como invitados a Spider-Man, Galactus, Doctor Doom, mientras que atravesaron crisis cósmicas, planetarias y hasta económicas. Era recrear la fórmula de Lee y Kirby con visión hacia el futuro. Y, respetuosos a la historia, en uno de sus capítulos, los imaginautas de Marvel conocen al propio Jack Kirby.
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En 2022, se cumplen 20 años del inicio de una de las temporadas más recordadas en Fantastic Four, con Mark Waid, Mike Wieringo, el entintador (y escritor) Karl Kesel, el colorista Paul Mounts y el editor Tom Brevoort, quien continúa a cargo del título.
