Cada pérdida da la oportunidad de comenzar de nuevo. Y cada final es el prólogo para un nuevo día. Esta es la propuesta de X-Men #138… El fin y el inicio.

El ascenso y caída de Phoenix.
El número del que hoy hablamos es una especie de pausa en el comic de X-Men, empleando una técnica conocida (la del flashback), pero de una manera muy particular. Es un alto, colofón y principio. Y muy necesario. A continuación, veremos por qué.
Todo comenzó cuando los X-Men fueron secuestrados por Steven Lang y sus Sentinels para ser llevados a un laboratorio en la órbita del planeta. Tras su escape, los mutantes estuvieron a punto de morir si no es por la intervención oportuna de Jean Grey, quien salva a sus colegas, a costa de su propia vida.
Sin embargo, Jean no muere, sino que renace como Phoenix.
Lo que inició en Uncanny X-Men #98, llegó a su fin en el #137, con un nuevo sacrificio de Jean. La historia completa se tomó cuatro años y medio, de enero de 1976 a junio de 1980.
Los eventos fueron muchos y sin descanso; los mutantes conocieron aliados y enemigos por igual, viajaron por el mundo y al espacio… donde ningún X-Man había viajado jamás.
Debido a diversas circunstancias, Phoenix se corrompió y se transformó en Dark Phoenix, para luego consumir la energía de una estrella, acabando con la vida de millones de seres vivos en un planeta aledaño. Fue en ese momento que la mujer antes humana, selló su destino y fue condenada a muerte por un poderoso imperio.
Pese a los esfuerzos de los X-Men por salvar su vida, Jean se sacrifica para detener su camino de destrucción.

X-Men #138, una pausa en el camino.
No hay final sin inicio. Y es lo que vemos en Uncanny X-Men #138, escrito por Chris Claremont y John Byrne (con Byrne en el arte a lápiz), tintas de Terry Austin, rótulos de Tom Orzechowski y colores de Glynis Oliver (entonces Wein), que fue publicado el 15 de julio de 1980.
Se crearon, parcialmente, dos versiones de este número. Una de ellas iniciaba con Jean Grey vestida en ropa común y disfrutando de los jardines de la mansión de Charles Xavier, sin memoria de todo lo ocurrido.
La versión publicada comienza con la tumba de Jean, mientras un sacerdote hace los honores, rodeado de la familia y amigos de Jean.
Como dato curioso, el año propuesto para el nacimiento de Jean es el de 1956 y, el de su fallecimiento, el entonces corriente 1980, lo que pone a la joven en una edad de 24 años.
La historia, que consta de un solo capítulo, es vista a través de los pensamientos y recuerdos de Cyclops (Scott Summers), quien debe sobrevivir a la muerte de su amor.
Si bien las recapitulaciones eran casi obligadas en ese tiempo, sobre todo en aventuras que brincaban de un número a otro, en esta ocasión vemos transcurrir la mayor parte del episodio a manera de recuerdos.
El recuento era una buena manera de abrir la puerta a nuevos lectores, que se iban incrementando edición con edición, hasta convertir a X-Men en el comic más vendido de Estados Unidos.

El funeral de Jean.
Durante el funeral de Jean, Scott recuerda la vida de ambos en los X-Men, desde el momento en que se conocieron. Jean fue la última de los cinco estudiantes en integrarse de lleno a la escuela de jóvenes superdotados de Charles Xavier, lo cual se relató en X-Men #1, de 1963.
Entonces vemos una revisión de la historia de X-Men, desde ese año y hasta 1980.
Una de las bondades de este episodio, es que podemos apreciar la interpretación por parte de Byrne y Austin (una de las parejas artísticas más reconocidas de la historia del comic norteamericano), de cada evento y muchos de los personajes involucrados en la cronología de los mutantes.
Por medio de los recuerdos de Cyclops, somos testigos de las introducciones de Magneto, su Brotherhood of Mutants, Juggernaut, The Sentinels, The Stranger, Master Mold, Mesmero, Banshee (fue presentado como un enemigo), Sauron y otros villanos, así como la reaparición de Ka-Zar, la introducción de nuevos X-Men como Mimic, Polaris, Havok, Sunfire, además de la nueva clase de X-Men.
Aparentemente un número sin acción, termina como empezó, con la diferencia de que no solo se le da la despedida a Jean Grey, sino también a Cyclops, quien renuncia a la vida de héroe tras la pérdida de su amada.

Unos se van, otros llegan.
Es bien sabido que Claremont deseaba que el comic de X-Men tuviera un avance constante y uno de sus planes consistía en “jubilar” a Cyclops para dar lugar a nuevos actores. Sin embargo, en Marvel no estuvieron muy de acuerdo, por lo que Cyclops fue mantenido dentro del grupo. Después de todo, en ese tiempo, el mutante era la imagen principal de los X.
Y si bien, X-Men #138 comienza con la despedida a Jean y a Scott, termina con un inicio… la llegada de Kitty Pryde a la mansión de los X-Men.
Kitty arriba en taxi esperando ser bienvenida. Para su sorpresa, no hay nadie en casa (dado que todos se encuentran en el funeral), por lo que aguarda junto a su equipaje en las escaleras de entrada.
Los siguientes meses fueron los últimos de Byrne en el título. Tanto él como Claremont tenían trazado un camino para los mutantes y estos no coincidían. Los desacuerdos se agravaron hasta que Byrne decidió decir adiós con X-Men #143.
Mientras tanto, el título siguió en ascenso y tuvo grandes artistas colaborando con Claremont. Dave Cockrum regresó para una segunda y última temporada. Posteriormente ingresaron ilustradores como Paul Smith, John Romita Junior, Marc Silvestri, Jim Lee y más.
Claremont y Byrne cerraron su temporada con broche de oro. Presentaron una aventura de Wolverine, Nightcrawler y Alpha Flight, contra Wendigo; el regreso de Angel al equipo; la integración de Kitty y la inolvidable saga de dos partes, Days of Future Past, para despedir a Byrne con la pelea de Kitty contra un extraterrestre.

Te presento la historia de Días del futuro pasado, publicada en X-Men #141 y Uncanny X-Men #142:
El final original pensado para la historia de Phoenix:
Y el inicio de una vertiginosa espiral para los X, con Claremont y Byrne: