Las decisiones editoriales pueden ser pequeños infiernos para los creadores de comics como sucedió a Chris Claremont y los mutantes de Marvel, pero todo tuvo buen fin con X-Men… Inferno.
El escritor, así como los mismos personajes, se convierten en víctimas de su propio éxito. Cuando un comic tiene reconocimiento y ventas moderadas, o incluso bajas, los creativos pueden trabajar con libertad. Más, cuando estos se convierten en los más vendidos y todo mundo habla de ellos, muchos querrán una rebanada del pastel. Y si es la más grande, mejor.
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Claremont tomó el comic de X-Men casi inmediatamente después de que fue resucitado en 1975, heredado por su cocreador, Len Wein. En ese tiempo se quería hacer un intento por rescatar el concepto de los mutantes y vaya que funcionó. Eventualmente, X-Men se volvió el comic más vendido en Estados Unidos gracias al escritor, a su otro cocreador, Dave Cockrum y a John Byrne.
Una gran intromisión editorial ocurrió con el final de la historia llamada Dark Phoenix Saga, en la que el jefe de Marvel, Jim Shooter, pidió que Jean Grey tuviera un castigo excepcional debido a había destruido un planeta habitado. La elección de Claremont y Byrne fue que la joven sacrificara su vida. Shooter lo aprobó en el entendido de que nunca habría de regresar.
Años más tarde, Shooter se arrepintió y ordenó el regreso de Jean para el estreno del comic, X-Factor, con los X-Men originales de 1963: Cyclops, Angel, Beast, Iceman (y Marvel Girl). De inicio, Dazzler tomaría el lugar de Jean.
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Otro inconveniente fue que, para este tiempo, Claremont había sustituido a Jean por Madelyne Pryor, una joven piloto de impresionante parecido físico a Jean. Además, estaba casada con Cyclops y ya tenían un bebé, Nathan Christopher Summers.
Pese a todas estas circunstancias, se ordenó que Jean resucitara.
El retorno de la pelirroja ocurrió en una historia publicada en Avengers #263 y Fantastic Four #286, publicados el 8 y el 15 de octubre de 1985, respectivamente.
Shooter pidió que Cyclops y Jean fueran pareja de nuevo, lo que complicaba aún más el panorama.
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X-Factor #1 debutó el 12 de noviembre de 1985, con los cinco X-Men originales.
Algunos enredos se trataron de arreglar y fue con el evento anual de 1988, conocido como Inferno, que se puso punto final.
Planeada como el tercer crossover anual en algunos de los títulos X (después de Mutant Massacre, de 1986, y Fall of the Mutants, de 1987), la historia tuvo desarrollo en los comics Uncanny X-Men (del #339 al #343), X-Factor (#36 al #39 y New Mutants (#71 al #73).
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Hay mucho que decir en torno a este evento desde varias perspectivas, así que trataré de cubrir lo más posible.
Uncanny X-Men era escrito por Chris Claremont, con arte de Marc Silvestri y tintas de Dan Green. El trío tenía gran sinergia y se puede apreciar lo bien que trabajaban juntos. El argumentista puede escribir acción, drama y comedia. Aquí vemos las tres, plasmadas perfectamente por Silvestri, un artista que no solo convence con su estilo, sino con sus elementos. Sus personajes pueden ser cómicos cuando se necesita y su narrativa, muy completa.
Inferno tiene mucho de humor negro al tratarse de una invasión de demonios a la ciudad de New York. Los buzones, carros y ascensores, desarrollan un gusto por comer gente y hacer los comentarios más impertinentes a manera de broma.
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Por otro lado, el grado de peligro funciona. Y tiene repercusión. Esto se debe a que Inferno invadió varios títulos de Marvel como Spider-Man, Daredevil, Avengers, Fantastic Four, Power Pack y otros.
Para identificar los comics participantes, cada capítulo tiene una etiqueta impresa en la parte superior derecha, motivando a los lectores a conseguirlos todos, lo que se tradujo en buenas ventas.
Mister Sinister, enemigo reciente de los X, revela estar detrás del enigma de Maddie Pryor. Su parecido impactante con Jean se debe a que es un clon de la mutante. El objetivo de Sinister es secuestrar al hijo de ella y Cyclops para hacerse de un “ejemplar” de la familia Summers, cuya código genético obsesiona al villano.
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A su vez, Maddie es persuadida por el demonio N’astirh, residente de Limbo, que intenta hacer una invasión de demonios a New York. Maddie hace un pacto con él para que le ayude a recuperar a su hijo de las manos de Sinister. Sin embargo, el propio N’astirh quiere al pequeño Nathan para sacrificio y sellar el portal que une a Limbo con New York.
Maddie, impactada por las revelaciones de su origen, el dolor de perder a su hijo y el abandono de Cyclops, sucumbe ante las fuerzas del mal y se convierte en The Goblin Queen.
Por otro lado, The X-Men y X-Factor desconocen la existencia de sus respectivos grupos. A los X se les cree muertos desde Fall of the Mutants, donde aparentemente se les ve sacrificarse en televisión. Desde entonces, han vivido fuera de Estados Unidos.
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Por otro lado, X-Factor, opera de manera encubierta haciéndose pasar por una agencia que detiene y encarcela mutantes. En realidad, los protegen y les enseñan a manejar sus poderes.
De los X-Men, el único que se ha percatado de que Jean Grey ha resucitado, es Wolverine (quien percibe su olor en las coladeras de New York durante la Masacre mutante), pero decide no decir nada. Cuando Storm se entera, lo confronta.
El hecho de creer muertos a los X-Men, ha hecho que Magik, hermana de Colossus y miembro de los New Mutants, se deje llevar por su lado obscuro, transformándose en The Darkchilde, demonio monarca de Limbo. Uno de sus sirvientes, S’ym, pretende utilizar esto a su favor para derrocarla. La invasión a New York hace poco por el control de Illyana, cegada por la furia.
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Los New Mutants, además de un nuevo grupo llamado The X-Terminators y Colossus, intentan recuperar el alma de Illyana, quien continúa su transformación en un ser de incontrolable energía obscura.
En un último dejo de razón, Magik se deshace de su espada, llamada Soulsworld, que es el cúmulo de poder de Limbo, forjada con la parte más poderosa y feroz de su alma, dejando solamente una carcasa inerte donde una vez hubo una valiente joven mutante.
Sus amigos la creen muerta, pero del capullo emerge nuevamente, Illyana. Sin embargo, en lugar de ser una adolescente, es una pequeña niña, exactamente como era antes de ser secuestrada por el demonio Belasco y llevada durante años a Limbo. La pequeña no tiene recuerdos y ni siquiera conoce el idioma inglés, solo su natal ruso, lo que indica que es la misma Illyana, antes del rapto.
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Los X-Men y X-Factor se reencuentran y se unen contra Sinister, N’astirh y Goblin Queen. No obstante, la energía obscura ha provocado que sus personalidades se transformen poco a poco, dejándose llevar a su lado más obscuro. Pese a las circunstancias, consiguen detener la invasión, recuperar a Nathan Summers y detener a las fuerzas del mal.
Un par de capítulos son periféricos, pero importantes en la continuidad de X-Men, los números 6 y 7 de Excalibur, escritos por Claremont con espectacular arte de Alan Davis y tintas de Paul Neary.
En estos, Rachel Summers, la nueva Phoenix (hija de Jean y Scott un futuro alterno que no habrá de ocurrir y que, por lo tanto, evita su propio nacimiento), presiente el peligro que vive su pequeño hermano y se traslada a Estados Unidos (en realidad, el bebé Nathan y Rachel, son medios hermanos de distintas realidades).
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El resto de Excalibur (Shadowcat, Nightcrawler, Captain Britain, Meggan y Lockheed), la siguen. En New York, Phoenix pelea contra Goblin Queen, pero pierde la batalla.
Este par de episodios contienen una extraordinaria, emotiva y humorística historia.
Tanto X-Factor como New Mutants, eran escritos por Louise Simonson. El arte del primero era realizado por su esposo, Walter, mientras que el del segundo, por Bret Blevins.
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En este tiempo, el equipo de X-Men consistía de Storm, Wolverine, Rogue, Havok, Psylocke, Longshot, Dazzler y Colossus. Polaris, novia de Havok, era parte del equipo de Sinister, The Marauders, debido a que había sido poseída por la mutante, Malice.
The New Mutants estaba integrado por Magik, Cannonball, Wolfsbane, Mirage, Sunspot y Warlock.
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The X-Terminators era un grupo de jóvenes rescatados y educados por X-Factor, con Boom Boom, Rictor, Skids, Rusty, Taki Matsuya, Leech y Artie Maddicks. Los primeros cuatro se unen a los New Mutants al término de esta historia.
Ya sea en sus 11 capítulos principales o en su contenido extendido, Inferno es una gran narración que inició hace 35 años, en las páginas de Uncanny X-Men #239, publicado el 16 de agosto de 1988.
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Te presento esta nota de X-Men, El origen de Magik:
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Un poco de contexto acerca de Mr. Sinister:
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Cuando Scott conoce a Madelyne:
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Y la boda entre ambos:
