Comics

X-Men y la tragedia que no ocurrió.

En 1991, Marvel Comics entró a una encrucijada: sus más grandes artistas, aquellos que hicieron su fama por su gran trabajo en los principales títulos de la editorial, estaban por dejar la compañía. De manera hábil, los editores supieron responder al preocupante éxodo sin que se notara demasiado en sus comics. Las historias que podrían haber quedado inconclusas fueron recuperadas o finalizadas. Tal fue el caso de X-Men y la tragedia que no ocurrió.

Al hablar de tragedia, me refiero tanto a la que se leía en las páginas, como la que estaba por vivirse a nivel creativo (claro, de manera dramática). Comencemos por la segunda.

(Portada con arte de Whilce Portacio y Art Thibert)

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En 1990, la creciente cantidad de comics que presentaban a los mutantes de Marvel orilló al equipo editorial a hacer la reestructuración más grande en su línea. Además de inédita, era emocionante por el tipo de historias que se utilizarían para llegar al punto deseado. En ese tiempo, los de X-Men y Spider-Man eran los comics de mayores ventas, por lo que la expansión era inevitable. En el caso del arácnido, eran cuatro títulos distintos los que narraban sus aventuras cada mes. De esta manera, los lectores podían leer uno distinto cada semana.

Por el lado de los mutantes, existían comics como Uncanny X-Men, X-Factor, New Mutants, Excalibur, Wolverine y Marvel Comics Presents (que también tenía a Logan como protagonista). El escritor Chris Claremont era quien llevaba las riendas de varios de los títulos y la dirección en sí, más el aumento en títulos lo hizo dejar algunos, tales como Wolverine, New Mutants y Excalibur.

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El editor principal de la línea conocida como los “X-Books”, Bob Harras, planeó junto con Claremont y el dibujante estrella, Jim Lee, el lanzamiento de un segundo comic mensual de X-Men. Sin embargo, se suscitaron pronunciadas diferencias creativas; Jim Lee deseaba dibujar a los héroes y enemigos clásicos, aquellos con los que había crecido.

Por su lado, Claremont tenía planeado seguir con la progresión de las historias y personajes. El escritor era impredecible y podía eliminar a todos los integrantes del equipo, sustituirlos con otros desconocidos y, aun así, mantener el interés de la gente. Al poco tiempo, los desconocidos ya eran favoritos entre los lectores.

(Bishop, Malcolm y Randall han llegado desde el futuro para detener a mutantes criminales que han escapado gracias al portal espacio-temporal de Fitzroy)

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Como Marvel había dado protagonismo y promoción a los artistas para estimular las ventas, Harras hizo renunciar a Claremont para ceder el liderazgo argumental y artístico a Lee. Irónicamente, a las pocas semanas también renunció Jim Lee, pues planeaba fundar su propia editorial independiente junto con otros dibujantes de la misma compañía. De pronto, Marvel perdió a 7 de sus principales ilustradores y la dirección de varios de sus comics, pues los dibujantes estaban cada vez más involucrados en los argumentos.

Harras no podía recurrir a Claremont, arquitecto del universo mutante durante 16 años, y estaba por perder a sus dibujantes de X-Force, Wolverine, X-Men y Uncanny X-Men, así que optó por reclutar nuevos equipos creativos. La reestructuración de los comics de mutantes era muy reciente, por lo que todo podía terminar en un rotundo fracaso. La apuesta resultó a su favor y evitaron así una tragedia. Aquí te dejo una nota donde hablo de dichos cambios:

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Si bien el lanzamiento de X-Force y X-Men eran los movimientos principales, los demás títulos tendrían cambios estructurales:

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De momento, a los lectores no les importó la salida de Claremont, pues parecía parte del plan inicial para dar oportunidad a Jim Lee de escribir comics. Lee y Whilce Portacio (quien dibujaba y coescribía Uncanny X-Men), tenían muy buenas ideas. Lamentablemente, no tuvieron tiempo para explorarlas.

El inicio de la década también trajo consigo a nuevos e interesantes personajes. Rob Liefeld había cocreado a Cable, Deadpool, Domino, Shatterstar y varios más para New Mutants, comic que mutó a X-Force. En X-Factor, El escritor Peter David hizo lo imposible al hacer atractivos a héroes que se consideraban secundarios –si bien ya eran antiguos conocidos-, tales como Havok, Polaris, Multiple Man, Strong Guy, Wolfsbane y el ex Avenger, Quicksilver. Esta es otra nota donde hablamos del divertido comic:

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Uncanny X-Men, bajo la tutela de Claremont, había presentado nuevos héroes como Jubilee, Gambit y una nueva versión de Psylocke. Estos dos últimos fueron cocreados con Jim Lee (y el primero, con Marc Silvestri). El hecho de contar con nuevos personajes daba a Bob Harras la oportunidad de desarrollarlos con otros escritores y mantener al lector interesado, sin interferir con los héroes de antaño que permanecían en los títulos.

Como menciono arriba, Portacio y Lee tenían en sus manos ambos títulos de X-Men. Además de crear nuevos villanos y combinarlos con algunos clásicos, siguieron con la tradición de crear nuevos integrantes de X-Men. Ese fue el caso de Bishop.

(The X-Men acuden para detener la masacre)

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Exactamente después de la salida de Claremont, Lee y Portacio presentaron a un trío de despiadados policías del futuro, al estilo Judge Dredd. Estos policías llegaron al presente por error, sin la posibilidad de regresar a su tiempo.

Aprovechando la popularidad de Gambit -el más reciente y misterioso miembro de los X-Men-, de quien sus compañeros no sabían ni siquiera su nombre real -y mucho menos sus intenciones reales-, se entrelazó su historia con la de Bishop, que también registró un impresionante éxito desde su presentación. Aquí te dejo otra nota donde hablo de este X-Man:

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La salida de Lee y Portacio estaba próxima, por lo que el guionista Scott Lobdell fue seleccionado para continuar con algunos de sus planes, pues ya trabajaba con ellos en los títulos.

En Uncanny X-Men #287, escrito por Lodbell, con arte de John Romita Junior y tintas de Scott Williams (con apoyo de otros profesionales), se retoma la historia de Bishop, Malcolm y Randall, presentados 5 números antes.

(Ambos bandos atacan sin dar cuartel)

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En este número, el trío de policías llega a un club nocturno donde se encuentran los criminales fugitivos del futuro liderados por Fitzroy (cuyo poder consiste en abrir portales espacio-temporales). Los policías del futuro entran al lugar y ejecutan a la mayoría de los delincuentes; sin embargo, al ser tantos los villanos, Malcolm y Randall son heridos de muerte sin que Bishop pueda hacer algo por salvarlos.

Por el lado enemigo, solo Fitzroy y dos criminales más permanecen con vida. Antes de que pueda terminar su misión, The X-Men llegan al lugar y detienen a Bishop.

(Entre los muertos, se encuentran Malcolm y Randall)

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Desde su llegada al presente, Bishop cree que todo se trata de un engaño. Al conocer a sus héroes, The X-Men (quienes son la base para la creación de la policía conocida como XSE, 70 años en el futuro), cree que son impostores y los ataca con la intención de matarlos por sacrílegos. La paciencia de los X se termina y Bishop es herido peleando contra Archangel; pese a ello, logra escapar como lo han hecho Fitzroy y sus secuaces.

Bishop se esconde temporalmente en las cloacas de New York; la debilidad física debido a sus heridas, lo hace recordar los momentos previos a su viaje.

(Malherido, Bishop escapa)

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El trío de policías persigue a Fitzroy por el mismo sistema de drenaje de la ciudad cuando el fugitivo descubre una habitación secreta. Esta resulta ser el “Cuarto de Guerra” de los X-Men, héroes que desaparecieron sin dejar huella alguna y cuya leyenda ha motivado la creación de la policía llamada XSE (“Xavier Security Enforcers” o “Seguridad ejecutora de Xavier”), encargada de autorregular a la enorme población mutante.

En el cuarto, se activa una grabación en video en la cual Jean Grey advierte de un peligro inminente que ha terminado con la vida de varios de sus amigos. Antes de nombrar a su atacante, Grey es asesinada en pantalla sin que se vea al perpetrador.

(En el futuro, el trío de policías persigue a Fitzroy)

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Después de que Fitzroy es llevado a prisión, Bishop acude a una audiencia con el poderoso e influyente mutante de apellido LeBeau, más conocido como The Wtiness (el testigo). Bishop pide a LeBeau que le diga quién mato a los X, pues se dice que él es el único que presenció su muerte (y sobrevivió el ataque). Se sabe que The X-Men murieron traicionados por uno de los suyos, más se desconoce la identidad. Las respuestas no son concedidas y se le exige a Bishop que abandone el lugar. El oficial acepta, pensando que habrá de regresar. Más esto no sucederá.

Fitzroy ha escapado de su celda y organiza un motín. Bishop, Randall y Malcolm deciden detenerlo. Cuando llegan, se percatan que el mutante ha abierto un enorme portal (Fitzroy tiene el poder de abrir portales en el tiempo y el espacio). Una enorme cantidad de criminales se ha fugado por el pasaje. Saben que es probable que queden atrapados, más el trío de héroes aceptan seguir y detener al enemigo; sin saber a donde lleva, los policías atraviesan el portal, que los lleva al presente (y al momento de su llegada en Uncanny X-Men #282).

(Fitzroy es detenido al tiempo que se activa una grabación de auxilio de Jean Grey)

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Los X-Men encuentran a Bishop y lo llevan a la mansión para curarlo. Xavier tiene un encuentro privado con él y al salir, anuncia ante la incredulidad de sus estudiantes, que Bishop es el nuevo miembro.

En el siguiente número (Uncanny X-Men #288), vemos a Bishop conocer a sus nuevos compañeros; todo luce apacible más un momento de crisis llegará al encontrarse con Gambit, quien lleva por apellido LeBeau. Próximamente hablaré de este momento.

(En el video, grabado unos 70 años antes, Jean Grey es traicionada y asesinada)

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La historia prometía, más no tuvo conclusión; los hilos acerca del futuro de Bishop, la traición de The Witness, su relación con Gambit y la muerte de The X-Men fueron olvidados. Esa fue la segunda tragedia que no ocurrió. No fue sino hasta la creación de Onslaught que se le dio seguimiento (unos 4 años más tarde) y cierre satisfactorio (aunque sin relación alguna con lo planteado).

Desde su inicio, los mutantes Bishop y Gambit tenían relación (aunque la conexión se perdió con el transcurso de los años). Hasta en el nombre, pues ambos refieren a un famosos juego. Bishop es el alfil en el ajedrez en el idioma inglés (también significa “obispo”), mientras que Gambit (gambito) es una jugada de sacrificio.

(Bishop acude a ver a LeBeau, “El testigo”, última persona en ver con vida a The X-Men)

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Uncanny X-Men #287, con el origen e ingreso de Bishop a The X-Men, cumple 30 años de haberse publicado.

(En el presente, Charles Xavier admite a Bishop como parte del equipo)

Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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