Comics

Youngblood, de Rob Liefeld, cumple 30 años. Parte 2.

Ayer comentamos en este espacio, la manera en que Image Comics y un puñado de creadores cambiaron el panorama de la industria en Estados Unidos. Su contundente inicio se dio con Youngblood, de Rob Liefeld, que cumple 30 años. Aquí te dejo el enlace con el contexto y la rebelión de “los siete -o seis- grandes”:

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Los fundadores de Image llegaron al acuerdo de tener autonomía. De inicio, se planteó que todos los personajes propuestos por cada uno vivirían en un universo compartido, más no habría una continuidad estrecha entre los títulos (aunque se intentó durante algún tiempo).

Los héroes y villanos podrían interactuar entre sí y algunos personajes podrían llegar a ser compartidos. En la práctica, se vio que esto no era viable, pues intervenían factores externos, como los legales.

Image, como tal, no existía. Sus comics fueron publicados a través de Malibu Comics en los primeros meses. Malibu tenía la infraestructura que les permitió arrancar de la manera adecuada.

(Rob Liefeld, 1992)

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Antes de renunciar a Marvel, Rob Liefeld, Erik Larsen y Jim Valentino se reunieron con Terry Stewart, presidente de Marvel. La junta tenía el propósito de externar algunos desacuerdos con la operación y  llegar a un acuerdo económico que dejara contentos a los creativos. La reunión no llegó a nada y fue cuando los artistas decidieron buscar una manera para hacer sus propios comics para poder recibir el total de las ganancias generadas, tanto en las revistas como en productos de parafernalia, como figuras de acción o adaptaciones a videojuegos, cine y televisión.

De inmediato, los fundadores de Image se convirtieron en “el enemigo”. Sus nombres estaban prohibidos tanto en Marvel como en DC; sobre todo cuando las dos grandes editoriales se enteraron de que extendían la invitación a otros artistas para que se les unieran. No era obligatorio que quien aceptara renunciara a sus compañías, simplemente se trataba de que publicaran nuevos proyectos y pudieran retener los derechos de propiedad. Esto, de cualquier manera, se veía como una rebelión y quien aceptaba entraba a la “lista negra”.

(Pitt, de Dale Keown)

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Uno de los puntos importantes es que los creativos dejarían de hacer nuevos personajes para Marvel, ya que preferirían explotarlos en Image con la seguridad de retener los derechos de propiedad. Y así sucedió: cCuando dibujantes como Dale Keown o Sam Kieth aceptaron publicar para Image sin renunciar a Marvel, fueron despedidos.

Image tuvo una fuerte presencia en el mercado desde el inicio y en poco tiempo inundaron los estantes con sus productos. Los detractores les auguraban -y deseaban- un pronto final y con ello, el término de sus carreras como profesionales. Y era de esperarse dado que las compañías pequeñas no tenían posibilidades de mantenerse a flote por mucho tiempo.

(The Maxx, de Sam Kieth)

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Había un largo historial de editoriales que surgían, algunas con excelentes planes y proyectos, más terminaban por cerrar sus puertas. Lo cierto es que si no se trabajaba para Marvel o DC, había pocas posibilidades de hacer una carrera como profesional del comic en Estados Unidos.

Al día de hoy, Image es la tercera editorial de comics más grande en aquel país.

Los fundadores no solo invitaban a otros a participar con ellos, sino que crearon líneas editoriales completas y así, sus propios estudios. Cada fundador era autónomo dentro de la sociedad y aprendían de negocios al tiempo de pasar horas frente al restirador de dibujo.

(El comic inaugural de Image fue Youngblood, que tuvo dos portadas, una de cada lado del comic)

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La incursión en el mundo de los negocios tuvo algunas desventajas, como el retraso en la producción de páginas y en la publicación de los comics. Durante algún tiempo, Image tuvo mala reputación debido a este hecho, algo que no se veía en las Dos Grandes, preparadas para enfrentar contingencias de último momento.

Después de un retraso en su publicación, el gran día inaugural para Image fue el 14 de abril de 1992 cuando llegó Younblood #1, creado e ilustrado por Rob Liefeld, quien había comenzado su carrera a los 17 años y quien antes de los 20, era toda una celebridad, empresario y socio en su propia compañía editorial.

Fue gracias a Youngblood #1 que los reflectores se fijaron en un comic independiente como si se tratara de uno de los más importantes de Marvel o DC. Liefeld no tardó en presentar otros títulos, tales como Brigade, Prophet, Bloodstrike y más.

(Créditos de los creativos, datos legales y presentación de parte del elenco de Youngblood, en una de las contraportadas)

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Los comics de Image se imprimían en un papel de considerable mejor calidad que los de sus competidores, apostando fuertemente a la separación de colores por medio de la computadora y no en la tradicional plasta y combinación de 4 tintas. La digitalización permitía degradados y nuevos tonos, dando pie a toda una nueva paleta de coloración. En ese momento se inició el salto definitivo de la tecnología análoga a la digital. Esto se reflejaba en un producto mucho más llamativo y pese a que el precio era más alto, también tenían menor cantidad de anuncios de terceros.

De hecho, los únicos comerciales que aparecían en Image eran de sus propios comics, pues no tenían clientes aún; no obstante, el hecho generaba enorme expectativa entre los lectores que deseaban conocer nuevos productos; esta difusión era práctica y barata.

(La calidad de papel y los colores eran distintos a los conocidos)

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Los comics inaugurales de los fundadores eran derivativos de los famosos héroes de Marvel y DC; resultaba obvio que sus persnoajes se parecían a aquellos con los que habían trabajado, más buscaban darles algún giro y hacerlos distintos. Con el tiempo, esto resultó en el inicio de una tendencia que dio origen a grupos más radicales y diametralmente opuestos a los clásicos.

Youngblood constaba de dos equipos regulados por el gobierno de Estados Unidos, que a la vez eran celebridades y se les daba difusión similar a las de los reality shows años antes de que estos existieran. A su vez, se promovían como equipos deportivos y tenían patrocinadores, lo que los convertía en superhéroes millonarios. Existían dos equipos de Youngblood: el local y el visitante.

(En Youngblood #1, aparecen varios extras, como un cupón para formar parte del club de fans de Liefeld)

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El equipo local (Home Team) consistía del líder: Shaft, además de Diehard, Vogue, Chapel, Combat y Bedrock.

Shaft era un arquero similar a Green Arrow o Hawkeye, mientras que Vogue tenía un gran parecido con otra creación de Liefeld para Marvel: Domino de X-Force.

Por otro lado, Bedrock era una versión nueva de The Thing (de los Fantastic Four), más la versión de Image era tan solo un niño a quien la fama le había llegado muy pronto. Esto se reflejaba en sus actos. El nombre tuvo que ser ligeramente modificado, de Bedrock a Badrock, pues el primero podía confundirse con el lugar de residencia de The Flinstones (Los Picapiedra). Bedrock se refiere a los cimientos de alguna construcción, una base generalmente sólida. La traducción al español de la animación la llamaba “ciudad de Piedradura”.

(Otro de los extras era la inserción de dos tarjetas que había que desprender y recortar)

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Otro personaje famoso fue Chapel, una especie de Punisher afroamericano quien cubría su rostro con una calavera (no la usaba en el pecho como su contraparte). En algún momento se ligó a Chapel con la creación de Todd McFarlane, Spawn, al ser el asesino material de Al Simmons, quien se convierte en Spawn.

El equipo visitante (Away Team) de Youngblood estaba integrado inicialmente por Sentinel, Cougar, Psi-Fire, Photon, Riptide y Brahma. Estos también eran similares a otros héroes.

Se establece que Photon tiene lazos con el universo de personajes de Jim Lee, pues pertenece a la misma raza extraterrestre de uno de los enemigos de WildC.A.T.s, Hellspont.

(Segunda portada de Youngblood, un comic de doble vista, o flipbook)

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Cougar fue un personaje creado por Liefeld para New Mutants/ X-Force, más no quedó en la selección final. Incluso un boceto de Cougar pareció en una entrevista de Liefeld para la revista Marvel Age.

Youngblood #1 se publicó como un flip-book, o sea, un comic que tiene dos frentes. Se compone de dos historias y la contraportada funge como otra portada; ambas terminan en el centro y el relato siguiente se encuentra de cabeza, por lo que hay que girar (flip) la publicación (book). Cada relato se dedica a uno de los equipos.

(Además de los créditos, el elenco del equipo visitante de Youngblood)

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Youngblood no era un concepto nuevo; de hecho, varios de los comics inaugurales de Image consitstía de héroes y villanos creados mucho tiempo antes. Jim Lee y Todd McFarlane habían diseñado a varios de sus personajes desde la escuela y, por distintas razones, no habían llegado a ser propuestos para Marvel. De ahí también el hecho que estuvieran muy influenciados por héroes conocidos.

En el caso de Rob Liefeld, Youngblood había sido creado como concepto tiempo atrás e incluso estuvo a punto de publicarse antes de que Rob se hiciera famoso. Younblood tuvo su propio anuncio para Megaton Comics en 1987.

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Mañana continuamos con la mención de los siguientes comics de Image. Aquí nos leemos.

(Cougar, en color café, fue un personaje que Liefeld había propuesto para X-Force)

Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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