En nuestro planeta, los hemisferios oriental y occidental han sido influencia recíproca durante décadas. A las culturas asiáticas les llama la atención la música, el cine y la cultura de Europa y América. Y al revés.
Unos se han tomados prestado de los otros y surgen interesantes experimentos. Así tenemos, por ejemplo, que la película clásica de “Los 7 Magníficos” de 1960, dirigida por John Sturges (y que cuenta con una pléyade de estrellas de la época como Yul Brynner, Charles Bronson, Eli Wallach, Steve McQueen, Robert Vaughn y James Coburn), en realidad es un remake (o nueva versión) de uno de los más grandes filmes del cine: Los Siete Samurai (Shichinin no Samurai), coescrita, editada y dirigida por el gran Akira Kurosawa, lanzada en 1954.
Los Siete Samuráis de Akira Kurosawa (1954).
Los siete Magníficos, de John Sturges (1960).
O, ¿qué decir de Kimba, el león blanco (Janguru Taitei)? Historia del gran Osamu Tesuka y que, básicamente, fue robada por Disney para hacer El Rey León. Pero ese es tema para otro día.
Una de las historias del manga (comic japonés) más importantes, fue creada por Shirow Masamune -seudónimo del artista Masanori Ota, de 57 años-. En abril de 1989 comenzó a publicar Ghost in the Shell (Kōkaku Kidōtai) y hasta noviembre de 1990, en su primera etapa.
Desde entonces, la serie originalmente llamada “Policía de disturbios blindados móbiles” se ha convertido en una de las obras futuristas por excelencia. Parte del género “Cyberpunk”, Ghost in the Shell es una historia situada en el futuro (del cada vez más cercano 2029), en el que la tecnología cibernética se implementa en los cuerpos humanos, logrando que estos tengan resistencia y capacidades inusitadas. Las mentes comparten una especie de “conciencia colectiva” muy similar al internet, en el que las almas o “fantasmas”, se interconectan.
La mayor Mokoto Kusanagi, perteneciente a la Sección 9, es encargada de investigar casos relacionados con ciberataques y terroristas tecnológicos. En la primera aventura, debe investigar a un peligroso hacker que se hace llamar “The Puppet Master” –El titiritero-.
La obra original de Shirow es más ligera que la animación, pero a la vez, tiene oportunidad de profundizar más en los temas. Sin embargo, el anime (película de animación japonesa) es mucho más famoso. Data de 1995 y fue dirigido por Mamoru Oshii. Esta presentó algunas secuencias que ahora son pivotes en la cultura pop.
Ambas obras de culto han sido referencia para muchos artistas y cineastas de occidente, como los hermanos (ahora hermanas) Wachowski o James Cameron.
Ghost in the Shell ha tenido secuelas tanto en anime como en manga, así como una adaptación que llevó a Scarlett Johansson como la mayor Kusanagi. Por cierto, la adaptación no fue recibida. Y es que –básicamente- cambia todo el sentido de la obra. Aun así, tiene varias secuencias obligadas y que son buenas reproducciones del anime.
Ghost in the Shell, la obra original, sigue –y seguirá- siendo referente de la cultura pop mundial. Y este año cumple tres décadas de haber sido dada a conocer. Si no la conoces y te interesa saber más de la ficción japonesa. Este el punto exacto para hacerlo.
