Han transcurrido 65 años de su estreno y de que la cinta, Rebelde sin causa (Rebel Without a Cause), nos entregara su mensaje en el más clásico estilo del cine de Hollywood y que a la vez fungiera como testamento de una de sus grandes estrellas, James Dean.
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Fue una de las tres películas que filmó Dean como actor principal, quien murió trágicamente a los 24 años de edad cuando su carrera apenas despegaba. El desafortunado evento ocurrió el 30 de septiembre de 1955, mientras que el estreno de Rebel fue el 27 de octubre del mismo año.
El filme se inspira en el libro Rebel Without a Cause: The Hypnoanalysis of a Criminal Psychopath, escrito por el psicoanalista Robert Lindner y publicado en 1944. En este estudio clínico, se sigue el historial de un paciente por medio de sesiones de hipnosis. La sociedad norteamericana, sensible en el tiempo tras el final de la Segunda Guerra, pero con la era atómica y la Guerra Fría encima, buscaba nuevos cauces para sus miedos.
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El objetivo del libro Rebelde sin Causa: Hipnoanálisis de un sicópata criminal, buscaba una respuesta a los procesos mentales. Por su lado, el filme Rebelde sin causa, mostraba sus efectos.
Siendo objetivos, pocas cosas en el filme tienen sentido; sin embargo, lo que plasma a la perfección es el sinsentido de la violencia, que a menudo busca desfogue en la juventud, más no es exclusivo de esta.
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El personaje de James Dean, Jim Stark, es un joven que busca motivación, pero que tiene buenos sentimientos. De familia modesta, debe enfrentar el acoso de compañeros de escuela de más alto nivel, más integrados socialmente y quienes, con su posición de ventaja, buscan anteponerse a todos. Stark es aguerrido, pero inteligente. Por desgracia, cae en un juego demasiado peligroso que no tendrá buen final. Ante las consecuencias, decide enfrentar su destino como un ser íntegro.
La suerte está del lado de Stark; le permite jugar una última mano que, de salir bien, podrá permitirle seguir adelante con su joven vida, con las respectivas cicatrices, pero con mayor sabiduría.
Rebel es una crítica a la sociedad cómoda e indolente estadounidense de los 50’s, cuyas generaciones tuvieron un seco enfrentamiento. La inflexibilidad de los antecesores impidió la comunicación con los hijos; las durezas de los modos generacionales ya no tenían efecto con sus jóvenes, quienes se rebelaban y con frecuencia despreciaban las comodidades que les ofrecía el calor de hogar. Buscaban su propio camino y, a veces, se perdían en este. Era la búsqueda de la felicidad, abandonándola.
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La película fue dirigida por Nicholas Ray y representa su obra más reconocida, aunque cuenta con una larga lista en su haber. Se agradece la aparición de Natalie Wood como Judy y de Sal Mineo como John, amigo cercano a Jim Stark. Dennis Hopper tiene una pequeña aparición como Goon, mientras que Jim Backus hace una excelente interpretación como el padre de Jim, Frank.
La esencia de Rebel Without a Cause sigue siendo representativa de las genealogías. Aunque la tecnología avance y los tiempos cambien, la comunicación entre padres e hijos continúa siendo fundamental, como lo podemos ver en este filme de 65 años de antigüedad.
