La música blues simplemente no sería la misma sin su existencia. Y aunque ya no se encuentra en el planeta Tierra con nosotros, la influencia ejercida por B. B. King será percibida por muchas décadas más.
Hace 5 años, el 14 de mayo de 2015 se daba la triste noticia de la partida del músico, cantante, compositor y guitarrista extraordinario. Miles de músicos y fans dieron el pésame y comentaron el dolor de la ausencia. Blueseros, rockeros y músicos de otros géneros comentaron la importancia del músico en sus vidas. Y era palpable cuando, al ver gigantes de la talla de David Gilmour, Eric Clapton y Mick Jagger, hacían lo posible por mantener la postura profesional y no convertirse en fans cuando se encontraban en el escenario con la leyenda.
Riley B. King nació el 16 de septiembre de 1925 en Berclair, Mississippi, Estados Unidos y, como era común con quienes llegaron a ser grandes músicos en el género, provenía de una familia pobre, incluso trabajó en los campos de algodón, aunque la suerte lo llevó por otro camino.
Criado por su abuela, Riley conoció la música de iglesia, el góspel y se unió como cantante al coro de la iglesia. A los 12 años inició su relación con un instrumento representativo y que duraría toda la vida: la guitarra. En los 40’s, King se integró a la escena musical de la mítica calle Beale en Memphis, Tennessee como parte del grupo The Beale Streeters. En esa época inició su carrera profesional misma que tuvo que hacer un alto pues fue enlistado para participar en la Segunda Guerra Mundial.
Tal vez haya sido la misma fama que comenzaba a gozar en ese entonces, pues el músico fue descartado por desempeñar una “actividad esencial” para la economía estadounidense: conductor de tractor.
El compositor estableció su nombre profesional como B.B. King, con base en el apelativo que le daban como “The Beale Street Blues Boy” e hizo su primera grabación profesional en 1949, un sencillo titulado “Miss Martha King”.
No pasaría mucho tiempo antes de que B.B., King se convirtiera en una estrella del blues y una verdadera máquina de hacer música. También tuvo a bien en llamar “Lucille” a cada una de sus guitarras, generalmente de marca Gibson, misma marca que llegó a producir guitarras conmemorativas.
Durante la década posterior a la guerra King dio a conocer sencillos exitosos como “3 O’Clock Blues”, que hizo despegar la carrera del bluesero en 1951. Como era la costumbre, se mantuvo grabando sencillos hasta que, en 1959 lanza su primera placa completa: B.B. King Wails y tuvo 45 producciones de estudio además de conciertos como el famoso Live At The Regal, de 1965, considerado uno de los mejores discos en vivo de la historia.
El último disco de estudio de King llegó en 2008 aunque el guitarrista se mantuvo activo toda su vida tocando hasta el 3 de octubre de 2014, menos de un año antes de su muerte a los 89 años de edad.
La música de King continúa siendo una enorme influencia y, por fortuna, disponible en muchos formatos. En el aniversario número 5 de su fallecimiento recordamos al gran Riley B. King, The Beale Street Blues Boy o B.B. King, nombre con el que dejó su huella en el mundo.